Cuando se trata de la moda masculina, hay poca cosa… quizás ninguna, que supere la elegancia y sobriedad, pero también la versatilidad de un traje, y ni qué decir de los trajes hechos completamente a la medida.
La sastrería es un arte que no importa cuánto tiempo pasa, sigue siendo socorrida y vaya, en una época en la que pareciera que todo puede resolverse con ChatGPT o similares, aún no hay cosa que emule a la perfección el trabajo de un sastre. En Revista Central asistimos a una masterclass sobre la sastrería inglesa con Graham Simpkins, Head of Tailoring de Hackett, quien tiene más de 30 años de experiencia y que ha estado con la marca londinense desde hace casi 24 años.
Según nos cuenta Graham, Hackett nació en 1983; Jeremy Hackett la inició con la intención de hacerse a sí mismo los trajes que no podía adquirir, pero pronto tomó popularidad que abrió una segunda tienda y años más tarde se convirtió en una marca global enfocada en la moda masculina, pero por sobretodo sus servicios de sastrería.
Hackett se encuentra en la codiciada Savile Row, una calle en el centro de Londres famosa porque allí están las tiendas de sastres expertos que confeccionan algunos de los mejores trajes a la medida. Actualmente tienen presencia en 30 países y en México puedes encontrarlos en Polanco, Pedregal y Santa Fe.
Pero sin más, te presentamos algunas de las lecciones de sastrería que aprendimos de Graham Simpkins.
11 lecciones de sastrería de Graham Simpkins, Head of Tailoring de Hackett
1. Todo está en los materiales y en cada tienda hay uno exclusivo
Si algo caracteriza a Hackett y su servicio de sastrería es el material que trabajan, que por supuesto es de alta calidad. En cada una de sus tiendas encontrarás telas únicas, y no puedes encontrarlas en ninguna otra (incluso de la propia marca), por ejemplo, Graham indica que en el 14 Savile Row tienen materiales con diamantes tejidos, por ejemplo.
Asimismo, la marca trabaja constantemente con productores de lana y otros tejidos locales en lugar de importarlo todo del extranjero.
2. La superioridad del bespoke
En el mundo de la sastrería hay una diferencia entre los trajes “made to fit” y los “bespoke”. Los primeros son trajes convencionales que ya han sido confeccionados, pero que son adaptados ligeramente para adecuarse a tus medidas.
Un traje bespoke es aquel que se hace completamente desde cero con un patrón único de acuerdo a tu cuerpo y también a tus gustos. Si bien esto lo hace un tanto más caro, la realidad es que será una prenda que se acomodará perfectamente a ti y tendrá todos los elementos que tú quieras, pues aquí no hay ningún límite.
3. Un traje a mano y a la medida toma 12 semanas
Así como lo lees, realizar un traje totalmente a la medida toma alrededor de 12 semanas y también involucra que inviertas tiempo pues al menos se requieren tres sesiones de pruebas.
Simpkins explica que esto también tiene que ver con que todas las partes del proceso se hacen a mano, desde el patronaje, el corte, la confección e incluso su planchado. Después de todo, es verdaderamente una labor artesanal.
4. Mientras más uses tu traje, mejor se verá
Simpkins explicó que los trajes a la medida están hechos para que sus materiales se vayan adaptando a la forma de tu cuerpo, por tanto, mientras más veces lo uses, mejor se acomodará.
5. Full canvas vs half canvas, ¿cómo elegir?
Cuando compras un traje a la medida te enfrentarás a todo tipo de decisiones, incluyendo si la construcción del saco será de media o lona completa (half o full canvas). Lo que esto indica es que la entretela en el interior del saco se extiende del hombro hasta la parte inferior del saco o bien hasta el pecho.
La diferencia radica en la ligereza de la chaqueta y su movilidad; Graham explica que su preferido es el full canvas, pues esto hace que al enfrentarte a los vientos de frente, tu saco apenas se abrirá, mientras que con un half canvas éste se doblará fácilmente.
5. El largo de las mangas no es regla, sino preferencia
Tradicionalmente hay dos cosas que hablan de un buen traje a la medida: el largo de sus mangas y el largo del pantalón. Generalmente se ha considerado que la distancia entre el saco y el puño de la camisa debe ser mínima, pues no debe cubrir los puños completamente.
Sin embargo, Graham Simpkins explicó que actualmente esta regla más bien es una cuestión de preferencia, pues hay quienes prefieren que se vea casi todo el puño, mientras otros prefieren que no supere una pulgada.
6. Los sacos al largo del pulgar es una cosa anticuada
Por si no era claro, esta masterclass incluyó una demostración de cómo se toman las medidas para un traje, así como de los cambios que se han experimentado. Por ejemplo, Graham explicó que hasta hace unas décadas la regla general para el largo de las chaquetas era que éstas debían llegar al largo del pulgar cuando el brazo está extendido junto al cuerpo, sin embargo, actualmente esto ha cambiado a la primer falange del pulgar.
Asimismo, contó que los sacos de moda generalmente se encuentran mucho más arriba.
7. Del largo y ancho de la chaqueta
Como ocurre con casi todas las prendas, su confección también altera cómo luce el cuerpo de la persona. Como regla general, los sacos cortos hacen que la figura se vea más ancha y el trasero sea más prominente, mientras que un saco largo que llegue al final de los glúteos alarga y adelgaza. Pero al igual que las mangas, esto siempre es una preferencia personal.
8. Extiende la vida de tu traje comprando dos pantalones
Aunque el Head of Tailoring explicó que su traje tiene más de cuatro años y se mantiene en perfecto estado, él recomendó que si quieres darle más vida, te hagas de dos pantalones, ya que esta es la pieza que más se puede desgastar con el uso continuo… aunque existen trucos y cuidados concretos para que ese traje a la medida te dure muchísimos años.
9. No “laves” de más tu traje
Entre los consejos de cuidado que nos ha dado para un traje a la medida, el más importante es no lavar excesivamente tu traje. Enviarlo a la tintorería con demasiada frecuencia puede hacer que sus materiales se vuelvan brillosos, por ejemplo. Asimismo, recomienda que solicites que sea planchado a mano para evitar marcas o que esté sometido a vapor en exceso.
10. Un hack para las arrugas
Si recién desempacaste la maleta y tu traje está completamente arrugado, Simpkins nos recuerda que la gravedad es tu amiga. Toma un gancho con pinzas y cuelga tu pantalón desde la parte inferior. Para el saco siempre procura usar ganchos anchos, si sólo tienes delgados en tu hotel, puedes tomar pañuelos desechables y colocarlos sobre este para darle una superficie menos dura y más ancha.
11. No olvides cepillar tu traje
Algo que también le dará más vida a tu traje es invertir en un buen cepillo. Cada que te quites el traje procura cepillarlo completamente, esto también ayudará a espaciar las lavadas.
Como tip adicional, si ensucias tu traje con grasa, pon un poco de talco sobre la mancha y dejalo por un par de horas. Éste absorberá toda la grasa y después sólo necesitas pasar el cepillo para retirar el talco de la prenda.
¿Estas intrigado o tienes más dudas? No podemos dejar de recomendarte que acudas a Hackett con alguno de los sastres expertos que podrán orientarte en la mejor opción para ti.
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