La paternidad trasciende el vínculo biológico entre padres e hijos. El mundo de la paternidad implica algunos tipos y estilos que te explicamos en Revista Central.
De acuerdo con la Lic. Lucía Rodríguez Quintero en un artículo publicado por el Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, ser un padre activo va más allá del título, implica: “construir una relación afectuosa e incondicional con hijos/hijas; ser más que proveedor; participar en su cuidado, crianza y atención; generar apego seguro creando un vínculo cariñoso y de buen trato”.
En la actualidad, existen diversos modelos y estilos de paternidad que no solo reflejan la evolución de las estructuras familiares y para entenderlas es necesario reconocerlas como constructos sociales con un componente biológico y otro social. De tal manera, ser padre supera la simple capacidad reproductiva de las personas.

¿Qué es la paternidad?
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) define la paternidad como “la relación que los hombres establecen con sus hijas e hijos en el marco de una práctica compleja en la que intervienen factores sociales y culturales que, además, se transforman a lo largo del ciclo de vida tanto del padre como de las y los hijos”.
¿Cuáles son los tipos de paternidad?
- Paternidad Biológica
Es el modelo tradicional que se conoce en la sociedad, donde el padre comparte un vínculo genético con el hijo. No obstante, como ya se abordó anteriormente, va más allá de la genética, implica un compromiso activo.
- Paternidad Adoptiva
Los lazos de sangre no son la única forma de formar una familia y ser padre. La adopción es una forma de convertirse en padres al brindar amor y un entorno sano para aquellos infantes que no pueden ser criados por sus progenitores.

Estilos de paternidad
El artículo “Tipos de estilos de crianza y sus efectos en los niños” , publicado en la National Library of Medicine, indica que “cada padre tiene un enfoque único para interactuar con sus hijos y guiarlos, lo que moldea su moral, principios y comportamiento”.
Los estilos más conocidos son los que se detallan en el artículo anterior y que se explican a continuación:
- Paternidad autoritaria
Los padres autoritarios suelen adoptar un modo de comunicación unidireccional, estableciendo reglas estrictas que el niño debe seguir sin cuestionamientos ni negociaciones. Estas reglas rara vez se explican, y se espera que los niños cumplan con estándares altos sin cometer errores, los cuales suelen ser duramente castigados.
- Paternidad permisiva
Los padres permisivos suelen ser cariñosos y cariñosos, y suelen tener expectativas mínimas para sus hijos. Imponen pocas reglas y mantienen una comunicación abierta, lo que les permite desenvolverse en las situaciones de forma independiente.
Sin límites claros o expectativas se pueden fomentar hábitos negativos, ya que los padres suelen ofrecer poca orientación sobre la moderación.
- Paternidad democrática o con autoridad
Este estilo de paternidad combina control y apoyo emocional, donde se establecen límites claros y expectativas para sus hijos, pero también les brindan apoyo emocional y les permiten tener voz y voto en decisiones importantes.
- Paternidad no implicada
Si bien, los padres satisfacen las necesidades básicas de sus hijos, permanecen emocionalmente distanciados y desconectados de su vida. Asimismo, al no tener un estilo disciplinario específico y una comunicación limitada, los hijos suelen demostrar resiliencia y pueden ser más autosuficientes que aquellos criados con otros estilos de crianza. Sin embargo, estas habilidades suelen desarrollarse por necesidad.
En adición, los infantes pueden tener dificultades para regular sus emociones, mostrar estrategias de afrontamiento menos efectivas, enfrentar desafíos académicos y tener dificultades para mantener o cultivar las relaciones sociales.

¿Los padres pueden cambiar su estilo de paternidad?
De acuerdo con Mayo Clinic , si nota que los infantes tienen problemas de comportamiento, se podría optar por ajustar el estilo de crianza o paternidad. Lo cual, es posible, pero puede llegar a ser un proceso complicado.
Los expertos detallan en el artículo publicado que una de las recomendaciones podría ser recordar la infancia de los padres para saber lo que pudo funcionar y lo que no, a partir de ahí, elegir un punto medio más efectivo adaptado a la vida actual.
Una buena opción sería buscar orientación o asistir a talleres para padres y de esta manera, conformar su propio estilo de crianza.
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