La leche ha formado parte de la dieta humana durante miles de años. Existen mitos y realidades sobre la leche que han cambiado la forma en que se percibe este alimento.
De acuerdo con información de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO): la leche proporciona nutrientes esenciales y es una fuente importante de energía alimentaria, proteínas de alta calidad y grasas.
Consumir leche contribuye al cuerpo nutrientes como el calcio, magnesio, selenio, riboflavina, vitamina B12 y ácido pantoténico, esenciales para una buena salud.
Así como tiene algunos beneficios, la leche también es presa de mitos, sin contar que es una realidad que el consumo de leche puede tener algunas desventajas reales en el organismo de algunas personas como es el caso de la intolerancia a la lactosa que produce gases.
Sin embargo, actualmente existen diferentes opciones de tipos de leche para elegir la más adecuada desde la leche semi-descremada (baja en grasa), descremada (sin grasa), deslactosada (sin lactosa) y entera.
Mitos y realidades sobre la leche
La leche está cargada de hormonas
REALIDAD: La leche contiene de forma natural hormonas como la progesterona y el IGF1, las cuales se descomponen mediante enzimas en nuestro intestino y, por tanto, no se absorben en su forma activa.
Lo que también es una realidad es que algunos países utilizan una hormona de crecimiento bovina sintética para aumentar la producción de leche.
Los productos lácteos son malos para el intestino
REALIDAD: La ciencia aún no tiene evidencia que demuestre que los lácteos tengan un impacto negativo en el intestino. Es más, investigaciones apuntan que el consumo moderado de productos lácteos como el yogur, kéfir y algunos quesos puede ser beneficioso para la microbiota intestinal.
La leche causa acné
REALIDAD: El mito indica que la leche congestiona la piel y provoca la acumulación de grasa, lo que puede provocar granos y acné.
De acuerdo con la Academia Estadounidense de Dermatología y el Colegio de Dermatólogos, el tipo de piel, la genética, las hormonas y la exposición a contaminantes tienen más probabilidades de ser causantes del acné que los lácteos. Llevar una dieta sana y equilibrada es la mejor manera de asegurarse de que la piel obtenga todos los nutrientes que necesita.
La British Association of Dermatologists , indica que no existe evidencia de la relación de alguna comida como causa del acné.
La leche contribuye a tener alergias
REALIDAD: Existen problemas de salud relacionados con el consumo de leche, porque el organismo ya no digiere la lactosa, sin embargo, no existen estudios que indiquen que es la principal causa de alergias.
La leche tiene pus
REALIDAD: Toda leche, incluida la leche materna, contiene glóbulos blancos que están diseñados para combatir las infecciones y garantizar una buena salud. La cantidad de estas células en la leche ayuda a identificar su calidad. Niveles más bajos tienden a indicar que las vacas están sanas y que la leche es de muy buena calidad.
La leche causa más mucosidad
REALIDAD: Se cree que la textura de la leche puede hacer que algunas personas sientan que la mucosidad y la saliva son más espesas y difíciles de tragar, una revisión reciente de la investigación en esta área confirma que no hay evidencia de que beber leche produzca más mucosidad.
La leche causa cáncer
REALIDAD: Los cánceres de próstata y de mama casi siempre se relacionan con el consumo de leche. El Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer (WCRF, por sus siglas en inglés) afirma que, en realidad, existe evidencia limitada de que a una mayor ingesta de productos lácteos podría conducir a un mayor riesgo de cáncer de próstata. Indican que existe más evidencia de que el sobrepeso sea uno de los factores de riesgo de cáncer de próstata avanzado.
Según la WRCF , existe cierta evidencia de que el consumo de productos lácteos en realidad puede reducir las posibilidades de desarrollar cáncer de mama premenopáusico, aunque es un tema que necesita de mayor investigación científica.
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