Desde las barras de Miami hasta los paisajes nevados de Vail, Jessenia Sanabria redefine la coctelería contemporánea. Ganadora del Exceptional Cocktails Award 2024 de la Guía Michelin, nos comparte su historia, su visión y la inspiración detrás de seis cócteles que reflejan cada destino de montaña.
Originaria de West Palm Beach, con una década de trayectoria en Miami y actualmente radicada en Vail, Jessenia Sanabria creció profesionalmente en el epicentro donde la coctelería moderna comenzó a revolucionarse. Entre mentores, embajadores de marca y barras que marcaron tendencia, su mirada combina técnica, intuición y una una profunda conexión con el entorno.
“Empecé a los 17 por necesidad… y me enamoré del movimiento”
Revista Central: ¿eres de Miami, cierto?
Jessenia Sanabria: Soy de West Palm Beach, pero viví en Miami durante diez años. Estudié la universidad ahí, me quedé un tiempo y después me fui.
RC. ¿Cuàndo empezó tu vínculo con la mixología?
JS. A los 17 comencé a bartendear porque necesitaba dinero para mis estudios. Estaba en Miami justo cuando los cócteles volvieron a ser una tendencia: la coctelería explotaba y crecía. Mis clientes eran parte de ese movimiento: buscaban nuevos espirituosos, aprendían a utilizarlos, recuperaban cócteles clásicos y traían de vuelta esa energía, después de años en los que el vodka soda dominaba todo. Aprendí muchísimo de esas personas que después abrieron sus propios bares y se convirtieron en mentores. Cambié de roles detrás de la barra, pasé por distintos lugares y me sumergí por completo en ese mundo. Fui parte de la bar culture en Miami, y fue una experiencia increíble.

¿Qué tanto cambia la barra según el lugar y la temporada?
JS. Muchísimo. Es muy notorio cuando observas la bodega de licores: en otoño aparecen más whiskies y brown spirits; en primavera se mueven las ginebras y los vodkas. También influye la cultura: en Miami predomina el ron y el tequila, mientras que en la montaña la tradición ha sido más whiskera, aunque ahora también se inclina hacia el tequila. Parte de nuestro trabajo es guiar a los clientes, enseñarles y presentarles sabores o destilados que quizás no sabían que existían.
¿Cómo te mantienes actualizada entre tantas tendencias, nuevos destilados...?
JS: Leo mucho y converso constantemente con colegas y proveedores. Tenemos excelentes distribuidores que llegan con productos e ideas nuevas. Los brand ambassadors son fundamentales: viajan, hacen activaciones y presentan conceptos o productos que quizá no conocías. Además, siempre estoy al tanto de revistas y editoriales especializadas en coctelería y espirituosos.
¿Qué te ha dado Colorado en términos creativos?
JS. Un portafolio local en constante crecimiento. Desde el 291 Colorado Whiskey hasta 10th Mountain, originario del condado de Eagle. Breckenridge ya produce su propio whiskey, vodka y ginebra. Muchas marcas han apostado por ingredientes locales: al principio compraban trigo de otros estados, pero hoy varios destilan con trigo cultivado en Colorado.
¿Te interesan más los grandes listados internacionales o los bares locales más discretos?
JS. Ambos. En el restaurante invertimos mucho en investigación y desarrollo; animamos al equipo a visitar distintos lugares porque siempre hay algo que aprender. Se aprende tanto de un Top 50 como de una barra de barrio: cada quien tiene conocimientos distintos y algo que enseñar. A veces encuentras la mejor cristalería, otras, una técnica nueva. Todo eso suma al proceso creativo.
¿Viajas específicamente para visitar bares? ¿Hay alguno que recuerdes especialmente?
JS. Sí, totalmente. He estado en muchísimos. Nueva York tiene una diversidad impresionante en comida y espirituosos; también Chicago, Los Ángeles, Londres y Barcelona. Cada ciudad es única y ofrece mucho por descubrir.

Seis sedes, seis cócteles: el reto creativo detrás del menú
Jessenia diseñó un cóctel inspirado en los diferentes lugares de Vail Resorts, que justamente estan por inagurar su temporada de ski 2025
- Park City. Con una esencia cowboy y campestre, usé High West Rye, el primer whiskey destilado en Utah desde la Prohibición. Pensé en algo rudo y clásico, así que hice un twist del Old Fashioned.
- Vail. Buscaba algo refinado y elegante. Preparé un sour de lavanda con vodka, muy limpio y aromático; la lavanda crece en abundancia aquí.
- Beaver Creek. Es el destino más culinario y sofisticado, así que opté por un Daiquirí clarificado, delicado y técnico.
- Breckenridge. Diseñé una Paloma con un giro contemporáneo: Aperol y mezcal. Es una zona joven y divertida, queríamos un trago “crushable”, de esos que invitan al siguiente.
- Keystone. Aposté por un cóctel sin alcohol. El movimiento no/low alcohol es enorme y muy relevante: la gente bebe menos, pero busca experiencias sensoriales. Utilicé Lyre’s Amaretti, un amaretto sin alcohol, y lo combiné con Ghia (o una base similar) para lograr profundidad y sabor.
- Whistler. Celebraban su 60 aniversario. Pensé en el regalo clásico de los 60: un diamante. Coincidía con la Negroni Week, así que creé un Negroni transparente, usando Condesa, una ginebra mexicana, y espirituosos claros para que la bebida brillara como un diamante en la copa.
Jessenia, para cerrar, ¿cuáles son tus próximos planes?
JS. Estoy en Vail por tiempo indefinido; soy socia de dos restaurantes, Sweet Basil y Mountain Standard, así que no tengo planes de irme. Pero sí quiero seguir viajando y aprender más sobre gastronomía y coctelería alrededor del mundo.
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