Rebozados, en aguachile, adobados, al mojo de ajo, en empanadas, en tacos gobernador, en cócteles, brochetas, en caldo, en estofado, hamburguesas… Los camarones durante la temporada de cuaresma son el ingrediente principal de todas las recetas como una alternativa a los platillos con carne. Sin embargo, su consumo debe de ser cuidadoso, pues en mayores cantidades no solo podría causar intoxicación, también podría afectar tu salud cardiovascular.
Se tiene la idea de que los productos del mar son altamente ricos en nutrientes, y lo son, el salmón, por ejemplo, es un pescado graso con omega-3, beneficioso para el corazón; el atún es rico en vitaminas A y D que contribuyen al desarrollo del sistema nervioso, y la lista continúa…
En el caso del camarón, según información del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), contiene hierro, fósforo, zinc, magnesio, vitamina B12 y ácidos grasos insaturados que ayuda a mejorar la condición de personas con enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes, hígado graso, hipertensión, cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Sus beneficios son múltiples, pero como todo en la vida, el consumo de camarón tiene pros y contras. Los resultados dependen de la cantidad que se consuma.
El camarón y las enfermedades cardiovasculares
De acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos , consumir 100 gramos de camarones equivale a 187 mg de colesterol, lo que significa, el 63% de la ingesta diaria de colesterol requerida.
Sobrepasar el consumo de 300 gramos de camarones equivale a 561 mg de colesterol, lo que supondría el doble de la ingesta diaria de colesterol requerida, lo que aumentaría el riesgo de enfermedades cardíacas y de hígado graso.
La clave está en no sobrepasar en un solo día la porción de camarones recomendados y equilibrar el consumo de grasa en los platillos de acompañamiento y en su preparación, preferir los hervidos por sobre los cocinados con mantequilla, con coco, fritos y empanizados.
Riesgo de infección bacteriana
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades ( CDC , por sus siglas en inglés), la vibriosis causa una cifra estimada de 80 mil casos y 100 muertes por año solo en los Estados Unidos.
Esta bacteria está presente en los pescados o mariscos trucos o poco cocidos. Para evitar la infección, la clave está en comer sólo camarones cocidos.
Reacción alérgica
Algunas personas tienen tolerancia a los camarones, pero sólo hasta cierta cantidad, por lo que comer demasiados camarones puede provocar reacciones alérgicas como urticaria, hinchazón de la cara y otras partes del cuerpo, dificultad para respirar, diarrea e incluso desmayos.
Demasiado sodio
La mayoría de los mariscos se tratan con ingredientes ricos en sodio para que actúen como conservantes. Incluso los camarones que no están sazonados y son de apariencia simple.
Si a eso le sumamos los ingredientes de su preparación, los hace elevar aún más la porción recomendada de sodio para su ingesta. En un informe, la OMS recomendó que en adultos debe ser una ingesta inferior a 2000 mg/día de sodio (el equivalente a menos de 5 g/día de sal: poco menos de una cucharadita).
El exceso de sodio según el IMSS , es un factor de riesgo para desarrollar hipertensión arterial, problemas en el corazón como insuficiencia cardíaca e infartos, accidente cerebrovascular (hemorragia), daño en riñones, cáncer gástrico, entre otras enfermedades.
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