En una época en la que el rock y el arte moderno convivían muy de la mano, una de las figuras que más mostraba atracción hacia el género musical cargado de rebeldía e innovación fue Andy Warhol. El artista plástico incluso tuvo sus pininos en la música al convertirse en el manager del grupo The Velvet Underground, a quienes hizo su banda de planta en su galería personal, The Factory, sitió que inspiró a Jim Morrison para escribir uno de sus más grandes éxitos.
Después del éxito de su álbum debut en 1967, los integrantes de The Doors trabajaban en su segundo álbum, eventualmente titulado Strange Days, el mismo año y fue durante este proceso que llegaron a Nueva York. Es aquí donde Jim Morrison fue invitado a The Factory, para vivir una de las icónicas y misteriosas fiestas de la escena underground de Warhol.
Se sabe que ambos interactuaron más de una vez e, incluso, el director Oliver Stone nos muestra su idea de como debió ser el enigmático momento en el que ambos artistas se conocieron, inmortalizado en su película The Doors de 1991, protagonizada por Val Kilmer . Aunque este encuentro fue ficción, la realidad es que ambos llegaron a coincidir en más de una ocasión, al grado de que Morrison tuvo un amorío con Nico, modelo y cantante de The Velvet Underground.
Durante su estancia en Nueva York, Jim Morrison frecuentaba The Factory, mientras que el resto de los miembros de The Doors; Robby Krieger, Ray Manzarek y John Densmore; mantenían su distancia, llamando incluso a Andy Warhol y compañía “vampiros”, de acuerdo a la cinta de Oliver Stone. El propio Manzarek describió como fue que la extraña relación de Morrison con Warhol fue la catapulta para escribir uno de los más grandes éxitos del Rey Lagarto y The Doors: “People are Strange”.
Esto ocurrió después de una fiesta en la galería de Warhol, alrededor de las 5 am, cuando Morrison se despertó, mientras todo mundo seguía noqueado de los excesos de la noche anterior. De este modo, el cantante salió a la calle, caminando hacia su hotel, mientras la Gran Manzana comenzaba a despertar ante sus ojos. Mientras amanecía, Jim pudo notar a las personas saliendo del metro.
No sé si (Morrison) se quedó dormido o algo así. Se levantó sobre las cinco, las cinco y media de la mañana, miró a su alrededor y todos estaban desmayados.

Tras pasar una noche con personas excéntricas y, por supuesto, extrañas, dentro de The Factory, Morrison notó como es que la imponente metrópoli alienaba a las personas, haciendo la analogía de que, no importa quién seas, en Nueva York eres solo una cara más, convirtiéndote en “un extraño”. Al mismo tiempo, el metro de la Gran Manzana resultaba una gran analogía al movimiento underground de Warhol, que acababa de vivir de primera mano.
Entre los sentimientos de aislamiento de Nueva York y los rostros extraños de la galería de Andy Warhol, Jim Morrison escribió la letra de “People are Strange”, para después mostrarla a Robby Krieger, guitarrista de The Doors, con quien perfeccionó este tema, que se ha coronado como uno de los favoritos de los fans.
Suscríbete aquí a nuestro Newsletter para que estés al día con nuestros contenidos.