La mayoría tienen en su mente la imagen del Pinocho que Disney nos presentó décadas atrás, una juguetona marioneta cuyo mayor sueño era convertirse en un niño de verdad, pero que sus mentiras no sólo se interponían en su camino, sino que su nariz de palo lo delataba cada que mentía. Sin embargo, a la versión light que Disney nos presentó en sus dibujos animados, le precede la versión original de Pinocho, una historia mucho más cruda y bastante triste que poco tiene que ver con el cuento que hoy conocemos todos.
El cuento original de Pinocho
La primera aparición de Pinocho en la literatura fue en el libro Las aventuras de Pinocho de Carlo Collodi, un escritor italiano cuyo nombre real era Carlo Lernzini. Esta historia comenzó en una serie de publicaciones del periódico infantil Giornale per i bambini y se publicó entre 1882 y 1883, algo relativamente común para la época cuando la mayoría de las novelas se publicaban por entregas en los periódicos.
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Sin embargo, a pesar de la publicación de estos relatos en un periódico infantil, lo cierto es que la historia original de Pinocho no sería considerada como una historia infantil propiamente. Si bien es necesario comprender que en el pasado la concepción de la infancia y la adultez era significativamente diferente a la de la actualidad al grado que por un tiempo de nuestra historia se creyó que los niños eran hombres pequeños. Estas ideas con el paso de los siglos comenzaron a cambiar y es precisamente durante el siglo XIX cuando empezamos a pensar a los niños y la infancia como un ser humano en desarrollo, aunque no era una concepción tan generalizada.
En un contexto así es en el que se inscriben cuentos como el de Pinocho, que cuentan con elementos que para muchos pueden parecer poco aptos para la infancia y hasta crueles, y la razón por la que muchos de los cuentos que Disney reelaboró en sus versiones originales suelen tener finales trágicos o de muertes, siendo los más famosos los de los hermanos Grimm.
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La crueldad de Pinocho
La mayoría conocemos el cuento de Pinocho a través de sus adaptaciones mucho más suavizadas y light, sin embargo, la versión original de Collodi mostraba a un Pinocho mucho más cruel con la gente que lo rodeaba.
El ejemplo más claro de la crueldad de Pinocho, por no hablar de una maldad per se, es la presencia de Pepe el grillo –que en la versión original solo es el Grillo–, cuya función es guiar a Pinocho hacia el buen camino… aunque no sale del todo bien, puesto que el insecto encuentra su fin después de que Pinocho, enfadado, lo aplasta con un martillo de madera. Puede parecerte triste, pero no temas, el grillo regresa en entregas posteriores para seguir intentando llevar a Pinocho por el buen camino, sólo que parece no conseguirlo.
Por otro lado, mucho se habla de cómo Geppetto, la figura paterna de Pinocho y su creador que aunque cuida de él, siempre sufre el peor lado de la moneda, por ejemplo, es llevado a prisión después de que Pinocho se escapa y Geppetto al encontrarlo lo reprende por sus acciones… e inadvertidamente luciendo como un padre maltratador, por lo que su figura paterna desaparece por una serie de capítulos del libro. No obstante lo ocurrido, Geppetto sigue preocupándose por Pinocho. El ejemplo claro es que le arregla sus pies después de que la marioneta se los quemara por accidente… y que sus pies fueron lo que le permitieron escapar de casa en primera instancia. Otro gran ejemplo de la dedicación de Geppetto y que Pinocho no tiene reparo alguno en despreciar sus esfuerzos es que el carpintero lo envía a la escuela y para conseguirlo debe vender su chaqueta… y vaya, esta parte de la historia sí la conocemos, Pinocho en lugar de acudir a clases se desvía hacia el Gran Teatro de las Marionetas donde no lo quieren dejar ir.
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Los crueles y tristes finales de Pinocho
Aunque al final de la historia de Pinocho convertido en un niño de verdad que ha aprendido su lección, en el relato original, Pinocho es ahorcado, perdiendo la vida a manos del Zorro y el Gato, un destino improbable pero adecuado para el estilo del relato original.
No obstante, el éxito de este cuento hizo que su historia continuara a pesar de ese suceso, y fue en la continuación donde vemos algunos de los sucesos que han marcado su historia, como los eventos en los que su nariz crece al mentir o cómo Geppetto termina atrapado en el interior de un tiburón (sí, tiburón y no ballena como en la versión de Disney) y por supuesto, cómo Pinocho consigue el sueño de ser un niño de verdad.
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