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Cuerpo, ¿estás ahí?

Por: Redacción CENTRAL 21 mayo 2017 • 2 minutos de lectura

La combinación para tener un cuerpo sano y en forma siempre es 70% alimentación y 30% ejercicio; sin embargo, existen otros factores que también afectan a que éste responda a los buenos hábitos. Aquí las verdaderas razones de por qué muchas veces no obtenemos los resultados deseados

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Fotos: StockSnap.io
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Por: Iliana Furlong

1. Daño hepático
El hígado desempeña funciones superimportantes en la digestión y la absorción de nutrientes así que si nuestro hígado no está del todo sano el metabolismo se verá altamente afectado. Por eso es recomendable un check up general una vez al año y análisis clínicos antes de someterse a algún régimen alimenticio estricto para descartar cualquier tipo de daño y poder notar los cambios.

2. Efecto estanque
La mayoría de los organismos genera resistencia, ya que después de un tiempo el cuerpo se acostumbra a recibir el mismo impulso. Esto pasa con el ejercicio o las dietas: llega un momento de estancamiento en el que dejamos de ver resultados. Para evitarlo los nutriólogos recomiendan un mínimo de tres días de descanso y desintoxicación consumiendo verduras ricas en fibra, carnes blancas y té verde después de la comida, a esto se le conoce como el famoso efecto plateau.

3. Exceso de entrenamiento
Las rutinas siempre deben ser eficientes, pero excederse en peso y tiempo provoca lesiones; se recomienda descansar los músculos al menos un día a la semana e intercalar rutinas de muchas repeticiones para obtener mejor respuesta. El peso varía dependiendo del objetivo y la resistencia de cada persona, poco para quemar grasa y mucho para marcar.

Ejercicio
Ejercicio

4. Ejercicio pobre
Si durante la rutina no se alcanza una frecuencia cardiaca indispensable para la quema calórica, el resultado no será el adecuado. Por ejemplo, hay personas que practican ejercicios de cardio y no bajan de peso o eliminan grasa visceral. Esto puede deberse a que no lo hacen de la manera adecuada, sin la resistencia necesaria o el peso y el tiempo suficientes.

5. Estrés
La mente es mucho más poderosa de lo que pensamos. “La falta de paz mental y la inestabilidad emocional generan cortisol, la llamada hormona del estrés, la cual favorece el almacenamiento de grasa abdominal y sobrepeso”, comenta el entrenador personal en ejercicio y alimentación Gerald Capuzzo. Experimentar estrés constante provoca que nuestro cuerpo no tenga los cambios adecuados.

Estrés
Estrés

6. Genética

El nutriólogo Gustavo Melo explica que algunas fallas, trastornos y enfermedades metabólicas pueden ser hereditarias pero no imposibles de combatir. Por eso es necesario consultar a un médico y a un experto en alimentación para saber por qué la negación del cuerpo.

7. Suplementos y vitaminas
Ayudan a alcanzar el objetivo y hay para necesidades diferentes: quemadores de grasa, aumento de músculo y energéticos; sin embargo, consumirlos sin el conocimiento adecuado puede generar cambios negativos en el cuerpo.

8. Zona de confort
Cuando conocemos qué nos gusta entrenar o qué es lo que sí soportamos en los alimentos, por lo general repetimos el mismo esquema, y a la larga entramos en una zona de confort, así que hay que provocarle un shock físico al cuerpo para que salga de él. “Entrena lo que más odias hacer tres veces por semana durante tres semanas para generar este shock y que tu cuerpo comience a dar buenos resultados”, recomienda Ismael Salguero, coach en fitness y nutrición.

Cintura
Cintura

CONTACTO
Gerald Capuozzo
Nutrición Deportiva & Entrenador Fitness
Web: territoriofit.com

Ismael Salguero
Health & Fitness Coach
E-mail: ismaelsalguero99@gmail.com

Gustavo Melo
Nutrición Deportiva, Health & Fitness Coach
E-mail: licgustavomelo@hotmail.com

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