El cine es una excelente forma de entender muchos de los ritos y tradiciones que, en la mayoría de los casos, no podríamos atestiguar en el transcurso de nuestra vida, como sucede con algo tan secreto como un cónclave. Tras la muerte del papa Francisco en 2025, muchas de estas películas han retomado su popularidad, entre las que se encuentra Ángeles y Demonios.
Esta producción, basada en el libro de Dan Brown y protagonizada por Tom Hanks, se enfoca en el profesor Robert Langdon, quien se ve envuelto en una conspiración para sabotear el cónclave, de la mano de un grupo secreto, conocido como los Illuminatti. Es de este modo que esta secta amenaza con detonar una bomba antimateria, tras secuestrar a cuatro cardenales.

Así, el profesor deberá unir fuerzas con la científica Vittoria Vetra y evitar que los Illuminatti acaben con la vida de estos obispos, denominados como “preferiti”, quienes resultan los candidatos más fuertes a convertirse en el siguiente papa, además de salvar Roma de su total destrucción.
Tras la muerte de Francisco, la popularidad de la cinta, dirigida por Ron Howard, incrementó exponencialmente, subiendo a los puestos más altos y rompiéndola en vistas a lado de la película Cónclave, estrenada en 2024. Ángeles y Demonios, de 2009, llama la atención debido a que su forma de abordar la elección papal es mucho más dinámica y llena de acción que la más reciente, protagonizada por Ralph Fiennes.

En el filme inspirado en la saga de Dan Brown, el guion se toma bastantes libertades creativas con lo que en realidad sucede tras la Capilla Sixtina, incluyendo el concepto de los “preferiti”, que en realidad no existe. Dentro de la Santa Sede se utiliza una expresión relativamente parecida, que señala a ciertos candidatos con el término de “papabile”, que significa algo así como “apto para papa”.
Además de esto, la película protagonizada por Tom Hanks muestra el concepto de elección por aclamación, acto que dejó de ser funcional desde 1996 y que se utilizó por última ocasión en el cónclave de 1621. Cabe destacar que la película sí muestra algunos hechos reales, como la destrucción del Anillo de pescador, acto que se realiza con la finalidad de evitar que se haga mal uso de esta firma.

La realidad es que Ángeles y Demonios tiene una ventaja sobre Cónclave para que cualquiera pueda entender lo que sucede detrás de la votación papal y es, precisamente, su cinematografía.
Cónclave es una película compleja, de intriga política, que puede ser una excelente producción para cierto nicho, sin embargo, la película basada en el libro de Dan Brown tiene un ritmo mucho más ágil y disfrutable, que explica con mayor facilidad este procedimiento.

No estamos diciendo que Ángeles y Demonios sea mejor película que la ganadora al Oscar a Mejor Guion Adaptado, solo estamos especificando que la primera está diseñada para un público más general, lo que hace más emocionante el seguir el proceso que ocurre tras las puertas de la Capilla Sixtina, tanto en la pantalla como en la vida real.
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