Por: Brisa Granados
Si algo enamoró a Harry de su ahora esposa fueron dos cosas: su labor filantrópica y sencillez, dos características que, sin duda, cumplía su fallecida madre, la princesa Diana. Y un detalle que quedó reflejado en el vestido de novia que usó Meghan hoy durante su boda: discreción y sencillez.
Como sucede en todas las bodas reales, uno de los grandes enigmas es saber quién diseñó él vestido de la novia y cómo es. Pues, en el caso de Markle ya no es un secreto: Se trata de una creación de Clare Waight Keller, quien desde enero pasado es directora creativa de la marca francesa Givenchy.
La exclusiva pieza fue hecha en seda blanca, con un discreto escote de barco, manga francesa, velo blanco y el toque ideal: una tiara que pertenece a la abuela de Harry, la reina Isabel.
Los zapatos blancos también son de Givenchy.
Antes, Clare había trabajado en Chloé y Pringle of Scotland.
La ex actriz empezó con el pie derecho en cuanto estilo real se refiere, ¿no crees?