Las redes sociales nos han dado no solo entretenimiento, sino que también nos han acercado información útil y sencilla. Pero hay un lado oscuro que pocas veces tenemos presente: al mismo tiempo, nos presentan una imagen perfecta de las personas que nos lleva a sentirnos inadecuados constantemente.
En este mar de falsa perfección, mientras compartía recetas de cocina, Cordelia Garza se mostró tal cual es, tanto así que comenzó a hablar de los problemas de salud mental que ha tenido a lo largo de su vida.
Esto llevó a construir una marca de contenido saludable en todos los sentidos, que cada vez tiene más éxito y llega a más personas, impactándolas de forma positiva: HealthyCorde.
Los inicios de HealthyCorde
Cordelia nació y creció en Reynosa, Tamaulipas. Después, se fue a vivir a Monterrey, donde hizo su vida hasta que la inseguridad la llevó a tomar la decisión de irse a Dallas, Texas, junto a su esposo y sus dos hijas… por un año.
Pero ese año se fue alargando cada vez más, y Cordelia, acostumbrada a hacer mucho, sobre todo actividades relacionadas con el arte –de niña bailaba y en la adolescencia empezó a estudiar arte y pintaba todo el tiempo–, empezó a resentir la tranquilidad que rodeaba su vida diaria.
El cambio fue muy fuerte y me causó una depresión. Además, tengo esta cosa dentro de mí que siempre tengo que estar creando. Cuando me detengo o estoy demasiado en paz mucho tiempo, tiendo a deprimirme.
Así que estando en un país donde no conocía a nadie y pasando por una etapa de depresión, decidió abrir una cuenta de Instagram para subir la comida que preparaba y compartirla solo con sus amigas. Pero al poco tiempo le pidieron ponerla pública para que otros pudieran ver las recetas y “cuando lo abro, empieza a venirse mucha gente rápido. Tenía mil seguidores y de repente, ya eran 5 mil, luego 10 mil, 20 mil, 30 mil…”. Al día de hoy, suma 230 mil followers.
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La autenticidad como clave
“Siempre he tenido muy mala ortografía. Checo lo que escribo hasta cinco veces, pienso ‘esto está perfecto’, le pongo send y enseguida recibo comentarios sobre que está mal escrito. Y ahí digo ‘quiero llorar, escribo súper mal, si lo chequé cinco veces’”, comparte Corde.
Así que un día, decidió abrir la cámara y confesar algo: “Tengo déficit de atención con dislexia. Yo puedo checar 600 veces lo que escribo, pero mi déficit de atención me hace creer que lo chequé súper bien. Entonces discúlpenme si escribo con mala ortografía. Y ahí se hizo un boom”.
Además, descubrió la necesidad de poner sobre la mesa la diferencia de aprendizaje, “y lo hablé abiertamente, porque aunque sí veo los views, no siento la presión de que me están observando; hay algo en mí que abro la cámara y yo hablo como si estuviera contigo aquí tomando un café”.
La salud, un todo de gran importancia
Cuando estaba entre la preparatoria y la universidad, Cordelia ya vivía en Monterrey en departamento con amigas.
“Ahí entendí la importancia del orden en cuanto a la alimentación, el sueño y el alcohol, cuando estás en un tratamiento psiquiátrico. En una de esas, terminé en un hospital. No podía dormir, fueron como tres días en que mi cerebro no se apagaba, y entré como en un shock depresivo. Empecé a llorar, temblar, estaba helada. Y fue toda esta combinación: comía súper mal, tomaba alcohol, los medicamentos, no dormía… el cuerpo tenía que colapsar”, explica sobre esta experiencia que, por otro lado, fue iluminadora, pues en este punto inició realmente su sanación.
Un neurólogo le dibujó en una hoja la forma en que el cerebro trabaja cuando hay mala nutrición, mal sueño, exceso de alcohol y ansiedad. “Si le estás metiendo excesos, vas a tronar”, le dijo.
A partir de esto, puso mucha más atención a la importancia del cerebro y la manera en que trabaja para el cuerpo; “ahí fue cuando empecé mi historia con la alimentación, el sueño, la toma de decisiones sobre si vale la pena desvelarme y ponerme una fiesta o no”.
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Hablando de salud mental
La idea de vivir un año en Dallas terminó en quedarse allá 10 años, y el regreso a Monterrey fue complicado para Cordelia: “Me costó mucho trabajo. Creo que fue el conjunto de cosas, pues me había construido una burbujita. Llevaba 10 años en una ciudad donde decidí tener cuatro amigas, a las que veía una vez al mes. Tenía una vida súper tranquila. Estaba cien por ciento dedicada a mis hijas, a lo que me gustaba hacer, tenía mil tiempo para cocinar”.
Esto contrastaba con lo que se vive en nuestro país. “En Monterrey, hay un movimiento social muy fuerte; en México, hay muchas cosas que hacer”. Y las redes fueron el espacio en el que se desahogó: “¿Saben qué? Me está llevando la fregada. Tenía años de no sentirme tan mal”.
¿Saben qué? Me está llevando la fregada. Tenía años de no sentirme tan mal.
Todavía en Estado Unidos, había comenzado la preparación de su tercer libro, sobre cenas, pero de vuelta en casa, Corde no podía dormir, sentía mucha ansiedad, no podía concentrarse y ya no quería trabajar. Ni siquiera podía terminar el libro, así que decidió desconectarse.
“Me fui tres meses y pico. No agarré el celular en ese tiempo y me di cuenta de cómo puede llegar a ser tan enfermiza la presión, sobre todo la digital. ¡Es tremendo! Sin que te des cuenta caes en el FOMO… hasta yo que me subo en pijama y pongo cosas reales”, confiesa.
De esta forma explica lo que sucede –y le sucedió a ella también– cuando nos exponemos a todos estas imágenes creadas para verse perfectas: “En las redes sociales, todo mundo tiene una vida perfecta, es millonario y está flaco, nadie batalla ni tiene poros. Cuando ves que todo mundo amanece con el pelo perfecto, tiene la casa y la familia perfecta, te preguntas ‘¿por qué me tocó esta vida en la que estoy batallando tanto?’. La respuesta es que lo que vemos en una pantalla está perfectamente estructurado y planeado. Por ello, decidí hablar sobre este tema, y traigo más ganas de seguir hablándolo”.
Sobre su déficit de atención, comparte que, a pesar de que siempre le fue muy mal en el colegio, la sacaban del salón porque era la que platicaba, solo quería dibujar y no ponía atención, la diagnosticaron hasta que era adulta. “Una de mis hijas tuvo ese tema y nos dijeron ‘esto es genético, ¿quién de ustedes lo tiene?’. Obvio era yo. Hasta ese momento me metí mucho en el tema y empecé a ir con el psiquiatra”.
Otra situación que vivió relacionada con la salud mental fue el diagnóstico equivocado. “Como tuve depresiones muy fuertes, empecé a atenderme desde los 14 o 15 años. Hubo psiquiatras que me dijeron que era bipolar, otros me dijeron que era limítrofe; me dijeron todo y yo leía sobre todo. Por eso, siempre digo a la gente que hay que estar sumamente consciente a la hora de buscar quien va a ser tu psiquiatra, porque hay algunos que te dan un diagnóstico la segunda vez que te ven”.
En su regreso a México, vio muy poca empatía con el tema de la salud mental, sobre todo en los colegios. “En Estado Unidos, es un tema muy abierto, no tienes que ocultar tus padecimientos y ahí están para encaminarte”. Eso la animó a abrir la cámara y decir: “Esto está terrible, desde el tema social hasta el educativo.
¿Cómo pueden pensar que todos los cerebros van a aprender igual o se van a comportar igual?, ¡es imposible! Voy a empezar a hablar de la salud mental”.
Así dio inicio a una serie de lives, y esto provocó que sus seguidores le mandaran historias impactantes, algunas de las cuales compartió, dando pie a que siguiera la conversación sobre este importante tema.
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Cómo convirtió su pasión en un negocio
Corde confiesa que no hizo un plan para pasar de tener una cuenta en Instagram con la que busca ayudar a que la gente viva mejor a tener una marca comercializable y obtener ganancias. Pero cree que lo que funcionó fue que la audiencia se hizo su amiga digital y les presentó cosas muy visuales, bonitas y de calidad. “Sabía que si lo hacía bien, iba a tener una buena venta. Yo creo que la marca se hizo orgánica. La verdad, no le metí tanta cabeza”.
Además, “estoy llena de ideas, pero a la hora de ejecutarlas, no lo puedo hacer sin ayuda”, por lo que decidió formar un equipo en 2020 que le permite concretar todo lo que tiene en la mente.
En este punto, empezó a tener acercamiento de distintas marcas que le ofrecían dinero para anunciar sus productos, pero ella pensó que al aceptar un contrato, le quitaría la pasión que siente a la hora de abrir la cámara, pues las marcas le iban a pedir decir ciertas cosas, tal día a tal hora.
Rechazó esta opción, pero decidió ir por otra línea, la de hacer sus productos, como libros y objetos para la casa. “Y yo creo que también eso conectó con la gente. Veo que en las redes sociales, muchas veces es más anuncio que contenido real”. Y ella hace esto para que “cuando abra la boca, la gente se quede, lo cual me llevó a tomar la decisión de ser más una marca que una influencer, tener algo mío y que la gente tuviera algo mío con ellos”.
Los objetos de deseo de HealthyCorde
Hasta el momento ha publicado dos libros, Mis ensaladas y Mis desayunos, en los que comparte sus recetas favoritas, y está por lanzar el tercero: Mis cenas.
Sobre esta comida, asegura que es la más complicada del día, porque llegamos a casa cansados y terminamos por hacer una quesadilla o un sándwich. Para evitar esto, creó un libro con más de 70 recetas de cenas fáciles de preparar y súper nutritivas con opciones veganas y vegetarianas, sopas, proteínas, bowls, tostadas y sándwiches deliciosos.
Este, nos cuenta, ha sido su favorito hasta el momento y cree que es el que mejor le salió, tal vez porque es el único que ha hecho en desconexión de redes sociales, mientras estaba completamente enfocadísima, pues en ese tiempo empezó con guía espiritual y de meditación.
Por otro lado, tiene una línea de casa, HealthyCorde Home, la cual comenzó en la pandemia, cuando una amiga le dijo que estaba juntando aportaciones para ayudar a artesanos mexicanos. A Cordelia se le ocurrió crear una línea de talavera para darles trabajo y vender los artículos on line. “Nos quedamos sold out en 24 horas en Estados Unidos. ¡Fue un boom!”, comenta sobre el resultado de esta idea.
Como le encantan los platos y siempre quiso tener su línea, decidió hacer una vajilla súper artística y hermosa, llena de color: “Está preciosa, es de unos bichos bellísimos. Quiero que todo mundo tenga los platos, pero no son demasiadas piezas, va a ser como una edición limitada que podrá comprarse en la tienda online (healthycorde.com)”.
En esta línea tiene las cosas que quisiera ver en su casa, tener en su cocina; “me voy a enfocar a hacer una marca que esté dirigida a eso”.
También acaba de lanzar una editorial con causa, proyecto que nació cuando hizo un espacio en su Instagram para hablar de salud mental, sus seguidores le contaron sus vivencias y ella compartió algunas en lives, pero no quiso que se quedaran ahí y decidió imprimirlas.
Corde desea que la gente llegue a tener esta colección de historias inspiradoras, pues son historias de superación personal protagonizada por gente normal, “porque luego te topas la historia de inspiración de una estrella de Hollywood, pero yo quiero la del vecino, quiero saber cómo le hizo para superar una situación difícil con las herramientas que le tocó crecer, de dónde sacó la ayuda. ¿Cómo le hace la gente normal?”.
El primero de estos libros ya está disponible en su página. Se llama El arte de mentir y relata todo lo que pasó Patricio Gutiérrez con las adicciones y cómo salió de esta situación y logró tener una vida exitosa, sana y con una familia muy bonita. “Su historia está hermosa, inspira muchísimo, enseña cómo te puedes llegar a envolver en ciertas situaciones de las que a veces no encuentras la salida”, concluye Cordelia.
El secreto de Corde para empezar una vida healthy
¿Odias las ensaladas? ¡Quién no! Pero sumarlas a tu comida diaria es un gran punto de partida para cambiar tu alimentación e iniciar el camino hacia una vida más sana. Cordelia nos comparte la forma en que puedes mejorar esta experiencia:
Siempre he dicho que para que te enamores de las ensaladas la clave está en saber hacer un gran aderezo. El aderezo te va a hacer querer comer ensaladas. Siempre comparto muchos aderezos. La gente piensa que yo puedo comerme una espinaca así nada más, pero no. El rey es el aderezo, y luego ya el caminito se te va despejando poquito a poquito, el paladar se va adaptando a la verdura.
Síguela en IG: @healthycorde
Página web: healthycorde.com
Compra sus libros aquí: https://store.healthycorde.com/collections/libros
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