¿Te imaginas vivir esclavizado a una máquina? Yo le llamo “sobrevivir”, así, sin dormir ni comer placenteramente, ni efectuar tus necesidades fisiológicas y mucho menos viajar... Eso sucede cuando padeces insuficiencia renal. Cuando los riñones dejan de funcionar, la diálisis se vuelve indispensable y la única solución es un trasplante.
Cuando tenía 28 años, recibí un riñón de mi papá y viví plena por varios años; sin embargo, no todo el mundo tiene esa suerte. ¿Qué opción tienen quienes no encuentran un donador vivo? Recurrir a la diálisis o esperar a un donador. Actualmente, en México hay más de 23 mil personas a la espera de un trasplante, de las cuales 17 mil esperan un trasplante de riñón; no obstante, al año sólo se realizan 3 mil cirugías de este tipo. Y aunque se puede recibir diálisis durante la espera, la calidad de vida es deplorable.
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La gran esperanza
El 11 de abril de 2016, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán realizó el primer caso en México de trasplante en cadena, con donadores cruzados; así cuatro pacientes recibieron cada uno, un riñón. Esto se llevó a cabo gracias al trabajo conjunto de donadores, personal al apoyo de la Fundación Carlos Slim, que desde hace más de 30 años ha brindado apoyo para que más de 8,500 personas accedan a esta opción.
Y es que hay ocasiones en que, aun teniendo a alguien dispuesto a donar un órgano, hay incompatibilidad entre receptor y donador, pero existe una nueva alternativa: incluir a la pareja donador-receptor en una lista para trasplante secuencial, en la cual hay más gente en la misma situación. Así se pueden hacer las pruebas necesarias para encontrar la asignación óptima que beneficie al mayor número de personas que requieren un trasplante.
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“Se requieren entre 50 y 60 especialistas médicos, enfermeras, trabajadores sociales, y demás personal para que se logre un exitoso trasplante secuencial. Es una excelente opción para aquellos cuya única posibilidad de vida es un trasplante”, asegura el doctor Mario Vilatobá Chapa, jefe de Trasplantes del Instituto Nacional de Nutrición.
¿Quieres ayudar?
Te invito a ser donador. Comparte con tus familiares tu voluntad de ser donante al momento de partir. ¡También puedes hacerlo en vida! Haz la diferencia, como mi cuñado, quien, en un acto heroico, me donó uno de sus riñones.
Web: heroesporlavida.org
Hay que saber recibir
Fecha del procedimiento: 1 de abril de 2016
Institución: ABC Observatorio
Receptora: Sandra Ruiz
“Mi diagnóstico principal es lupus eritematoso por eso tengo daño renal desde hace 18 años. Cuando me avisaron que estaba en fase terminal y que mi única opción era un trasplante, no podía creerlo porque yo me sentía bien”, cuenta Sandra. “Mi hermana se ofreció, pero me preocupaba dañarla. Nos informamos: el donador no tiene ninguna limitante y al receptor le cambia la vida de volada. Salí del quirófano sintiéndome otra”.
“No cualquiera tendrá la fortaleza de decir ‘yo te doy un riñón’. Tienes que aprender a decir ‘sí, gracias’, porque te va a salvar la vida y vas a poder estar con tus seres queridos. Hay que saber recibir”, afirma Sandra.
Donadora: Maya Ruiz
“La gente dice ‘es un acto heroico’, y no. Fue egoísmo puro, yo dije ‘donde le pase algo, ¿yo qué hago?’”, nos explica Maya. Su hermana Sandra necesitaba un trasplante urgente y ella no dudó: “Brinqué como resorte: ¡Yo, yo! Nunca me dio temor. Cuando yo estoy enferma, ella me cuida; cuando ella está enferma, yo la cuido: cuando me enteré de que sí éramos compatibles, me puse a llorar como loca”.
Ya no hay marcha atrás
Fecha del procedimiento: 27 de julio de 2015
Institución: ABC Observatorio
Donador: Pablo Rivera
“Todo anestesiado le pregunté a las enfermeras si sí me habían quitado el riñón o no. No sabía porque un día antes el doctor me dijo que dada la situación de mi hermano había riesgo de que no pudieran hacer el trasplante”. Él se sentía mal y todo era confuso: “Te ponen en la sala de recuperación con otros pacientes y no te ponen mucha atención… una vez que me dijeron que sí se había realizado la operación, fue indescriptible… Era alegría: era la posibilidad de seguir juntos, de ayudar a mi hermano”.
Receptor: Jorge Rivera
Jorge llevaba 15 años enfermo y en 2013, su doctor sentenció: “Ya no hay marcha atrás”. “Me dio mucho miedo, por lo que implica, por lo difícil que es conseguir donadores en México, porque hay una lista de espera de años y por lo que significa pedirle a alguien un órgano. No es nada fácil, aunque sea tu familia... Pablo mi hermano estuvo siempre dispuesto”, recordó.
