Takashi Murakami es uno de los pocos artistas japoneses (ya sea músico, escritor, cineasta, artista plástico, etc.) que ha dado el salto a Occidente y ha conquistado el otro lado del mundo. Inclusive se volvió tan popular que ha hecho muchas colaboraciones co marcas y personalidades muy destacadas, como Lewis Hamilton, Dom Perignon y Louis Vuitton.
Su estilo es muy criticado por considerarse un poco simplista y hasta infantil, hay críticos que dicen que no hay ni un poco de técnica artística, conocimiento o compromiso social... No obstante, la manera de trabajar de Takashi Murakami es escurridiza y se viste de colores y formas exageradas que ocultan (para el ojo poco conocedor) toda la crítica que el artista hace sobre su condición y su posición en la sociedad. Esto es un poco de todo lo que Takashi Murakami ha hecho en el mundo del arte...
Takashi Murakami; biografía del color y la forma
Como buen baby boomer (aunque un poco tardío) se enfrentó a los cambios culturales y políticos que tenían a la nación japonesa un poco confusa y con energía acumulada que no se sabía muy bien cómo liberar. Estas generaciones (curiosamente casi la misma generación de los tres Murakami’s famosos; Takashi Murakami, Ryu Murakami y Haruki Murakami) se concentraron en el consumo de la cultura norteamericana que inundaba cada ciudad japonesa.
El cómo se interpretaba y se procesaba esta cultura desconocida pero fascinante tuvo que ver mucho con la visión y la educación de cada familia y su experiencia con la guerra.
Cabe mencionar que Murakami es un excelente lector de lo que la sociedad necesita, y ates de convertirse en una figura importante del arte en Japón, se enfocó en promocionar su obra en el extranjero, donde sabía que sería mejor recibida. Al volver a Japón como un artista aclamado se encontró con el obstáculo que temía desde sus inicios: la categorización de “arte menor” o “no arte”. Puesto que era un obstáculo que el artista había previsto, no lo detuvo ni lo hará, porque este artista sabe lo que transmite, a quién se lo transmite y cómo venderlo.
Lo fabuloso de Takashi Murakami y que sirve como inspiración para otros artistas (o cualquiera con un sueño) es que jamás se rindió, su objetivo nunca se perdió de vista y continuó hasta que conquistó al mundo con sus obras llenas de color.
Takashi Murakami; el arte clásico contra el arte popular
Murakami siempre se interesó por el arte pero una manifestación más libre, que es el manga. Sin embargo, el mundo del manga es una institución fuerte y compleja que requiere años de práctica como aprendiz antes de que puedas lanzarte como mangaka (artista del manga). Antes de saber eso, Murakami estudió en la Universidad de Bellas Artes de Tokio y se empapó de todo lo referente al arte clásico japonés, desde Hiroshige, el shunga y la xilografía...
Los estudios formales le sirvieron para reafirmarse como artista, consolidar su estilo y aprender todo lo necesario para después transformarlo. Porque la transgresión, en el arte y en cualquier ámbito, empieza por un amplio conocimiento del tema antes de que llegue la hora de cambiar las reglas. Así que este “rechazo” al arte clásico japonés sucedió después de estudiarlo a profundidad y de adaptarlo, más que negarlo, a su quehacer artístico.
Para Takashi Murakami el periodo Edo (1625-1868) en Japón es la influencia directa de su estilo y el de otros artistas de su generación. De esta época de seclusión japonesa destacan las escuelas del ukiyo-e, el estilo rinpa y la obra de Hokusai, mismas que ha sabido integrar y hasta reinterpretar en muchas de sus piezas. Destacan exposiciones en Nueva York en las que hay muchas referencias al arte clásico y sobre todo al arte producido durante el periodo Edo.
Takashi Murakami; el nacimiento del “superflat” y Mr. DOB
El superflat, estilo artístico que funciona casi como suyo únicamente, o del que podríamos decir que es precursor aunque fue un movimiento que correspondió a toda una generación, nació de esta mezcla de intereses, culturas, generaciones y situaciones sociopolíticas. Es una respuesta estética e incluso emocional al contexto japonés de la década de los 90.
Para Takashi Murakami el superflat: “es la forma de redefinir la identidad tradicional japonesa desde la modernidad para hablar del pasado, presente y futuro de Japón”.
Los personajes de Murakami
La primera versión conocida de Mr. DOB podemos ubicarla alrededor de 1994; en ese entonces, Takashi Murakami se enfrentaba con el análisis de un Japón en la posguerra. El artista lo creó para que fuera un personaje destacado de la cultura pop como Doraemon o Hello Kitty; pero Murakami no contaba con que sus creaciones se desarrollarían con él y absorberían también los cambios sociales, políticos y de todo tipo que el mismo artista enfrentó como parte de la sociedad japonesa. Después de Mr. DOB Takashi Murakami creó otros personajes como Tan Tan Bo, Kaikai, Kiki y Panda, todos íconos de la cultura y el arte pop pero bastante realistas como para interactuar con la sociedad y generar conexión entre los fans del artista. Sin mencionar que cada personaje es una crítica dura hacia la sociedad no solo japonesa, sino a nivel mundial.
Los personajes Kaikai y Kiki son el rostro y el nombre de la compañía de Murakami - Kaikaikiki. De acuerdo con entrevistas y estudios sobre el artista, Kaikaikiki es un término japonés del siglo XVI que parece significar “refinamiento y exuberancia o excentricidad”, lo que el artista encarna y honra con cada trazo.
Takashi Murakami; collabs y aportaciones
“Por un lado, estoy tratando de mostrar a mis compatriotas lo que significa ‘arte’ a escala global, y por el otro, a los extranjeros, estoy tratando de mostrar la esencia de nuestra cultura actual”. - Takashi Murakami.
Si alguien ha sabido llevar el arte al mercado y hacer con él una verdadera industria es Takashi Murakami. Es un artista que comprende bien su obra, conoce su alcance, conoce su mercado y lo lleva a grandes esferas, de ahí que haya colaborado con importantes marcas y otros registros artísticos a lo largo de su carrera.
Este sueño industrial-artístico-comercial empezó en 1989, cuando Takashi Murakami fundó su taller creativo Hiropon Factory; Factory como referencia directa a Andy Warhol, rey del arte pop en Occidente, y hiropon, nombre coloquial para las anfetaminas en los 90 en Japón. Con el paso de los años, cuando la demanda y la carga de trabajo se volvieron insostenibles, Murakami reorganizó el taller y lo renombró Kaikai Kiki Co., una industria y taller artístico a nivel global.
Desde trazos simples y saturaciones de color hasta la crítica a través de sus personajes, no nos cabe duda que Takashi Murakami ha logrado fusionar el arte, el mercado, la crítica, la técnica y el conocimiento, todo adornado con flores y ojos grandes.
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