Redacción: Central
Todo mundo ha amado alguna vez, es un sentimiento inevitable, que crea recuerdos inolvidables, como el primer beso, y momentos de dolor, como el amor no correspondido ¿pero cómo lo definirías? ¿Hay amor en el dolor?
El director de teatro Diego del Río García,está por concluir la puesta en escena Duele, con Ludwika Paleta y Osvaldo Benavides, una obra de teatro que llegó a él, ya que fueron estos dos actores, quienes además se estrenan como productores, los que lo buscaron para dirigir esta obra que no es romántica, pero que habla de amor.
“No es romántica porque nunca llegan a tener un primer encuentro sexual, pero hay un momento en el que ella le muestra sus heridas, las heridas que ella se genera y él entra a eso y es un momento muy romántico dentro de la obra, se vinculan a través del dolor los personajes”.
Duele cuenta la historia de dos personajes que transitan de los 8 a los 38 años, ellos se encuentran intermitentemente en ocho momentos distintos, exponiendo al amor como un proceso de acompañar. “Es un amor como de cómplices, de amigos, de almas gemelas, pero hay una cosa que tiene la tesis de la obra: si tú no resuelves tu amor propio y tus heridas personales, será muy difícil que te vincules con el otro”.
En esta obra, Diego del Río explora con otro tipo de lenguajes, por ejemplo la música en vivo, en medio de momentos específicos están Iker Madrid y Silvia Siu en escena toda la función tocando música en las transiciones de las escenas, “eso se ha vuelto también muy entrañable porque teatralmente te permite jugar con otras maneras de contar la historia”, siendo la música un personaje más dentro de Duele.
Diego del Río es egresado de la Licenciatura en Teatro por la UDLAP donde obtuvo la beca de artes y después la beca Premio a la Excelencia.La primera obra de teatro que dirigió fue “Espejos” de Annie Baker, precisamente con Ludwika Paleta, “Tribus”, “La señora Daysi” y “El principio de Arquímedes” de Josep María Miró son algunas de sus obras pasadas.
Gran parte del éxito que ha tenido la obra es la identificación del público con lo que viven los personajes, “pasan cosas ahí que creo todos hemos vivido”, nos dice Diego del Río, quien contento no contó cómo “aunque cada público es distinto y eso de una manera afecta al teatro siempre, porque la función va moviéndose, hay un estándar de cómo van siguiendo la trayectoria emocional de la obra muy similar a como yo pensaba que era”.
La obra cerró temporada este 26 de junio con soldout, pero todavía tienes oportunidad de verla:
Dónde: 7 de julio en el Teatro Diana de Guadalajara; 26 de julio en el Teatro metropolitano de Querétaro.
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