Por Brisa Granados
En Amores Modernos Ilse interpreta a Rocío, una enfermera que vive una catarsis en su vida después de la muerte de Armida, la esposa de su padre. Ella debe revalorar su relación sentimental, burda y monótona. Y se encontrará con sus medios hermanos quienes, hasta ahora, no sabían de su existencia.
¿Qué te convenció de hacer Amores Modernos?
El guion me encantó y la conexión que yo tenía con Matías Meyer, el directo, porque nos conocimos en un taller muy divertido, interesante en Arte Careyes, convivimos varios días, compartimos ideas, vivencias, así que cuando me invitó fui muy feliz. Me casteó para varios personajes, no decidía cuál me iba a da. Existió la posibilidad de que hiciera dos personajes, pero ya no se pudo.
¿Qué fue lo que más disfrutaste de interpretar a Rocío?
Me gustan mucho las historias de amor fraternal, me encanta hablar del amo entre hermanos, es un amo que no se parece a ninguno otro y puede ser muy violento pero al mismo tiempo profundo y dulce. El amor de hermanos es muy extremo. Me conmovió mucho la historia de estos hermanos.
¿Crees que existan amores sin mentiras?
Sí existen pero es difícil, hay mentiras más grandes que otras y tristemente es difícil ser honesto, no siempre es lo más fácil pero yo estoy convencida que siempre es mejor hablar con la verdad.
¿Cuál de todas las parejas que aparecen en la trama es tu favorita y por qué?
Me encanta la historia de amor de los hermanos y la de Rocío con su papá, también me conmueve mucho que ella sea como un satélite rondando a una familia a la que cree pertenecer pero no sabe cómo meterse. La historia de Ana (Ludwika Peleta) con Carlos (David Angulo) que nos recuerda aquellos viejos amores y te haces la pregunta “¿Qué hubiera pasado si me hubiera quedado ahí?”.
¿Qué es imprescindible para amar?
Abrir el corazón, no estar a la defensiva y dejarse i sin planear nada. Qué suceda lo que tiene que suceder.
¿Por qué no pueden perderse la película?
Porque es la historia de una familia poco convencional, o muy lejana a la imagen que nos vendieron de chiquitos. Yo considero que todas las familias son disfuncionales, llenas de secretos, que vamos descubriendo tarde o temprano y lo importante es el amor que pueda mantenernos unidos. Me conmueve mucho la historia de estos personajes reencontrándose en medio de una gran ciudad, creyendo que conocen a las personas, con las que duermen y conviven todos los días, pero resulta que en realidad no las conocen realmente. Todos empatamos con una o más historias de las que se verán en la película.
¿Con qué compañero tuviste más química?
Con todos, son compañeros que admiro y disfruto estar con ellos. No me había tocado trabajar con Ludwika ni con David Angulo, creo que es su primera película, pero fue una gozada, son muy luminosos en lo que hacen. Con Andrés Almeida ya me había tocado trabajar; con Leonardo OrtizGris reforcé la fraternidad porque ya habíamos trabajado como hermanos. Todo el crew y casta me llenan de orgullo y admiración.
Compártenos alguna anécdota del set:
La secuencia de los tres hermanos bailando Santa Sabina, bebiendo y fumando, fue un flashback porque Leo, Andrés y yo somos de la misma generación, bueno yo soy un poco más joven, y la pasamos realmente bien. Algo que me sorprendió fue que Matías junto con los editores le quitaron mucho drama, le metieron música que nunca imaginé, y uno como actor no tiene idea del resultado y aquí pasó esto, fue una muy buena sorpresa.
Mira el tráiler: