La gastronomía mexicana destaca por sus ingredientes únicos y su forma tan especial de utilizarlos dentro de los platillos tradicionales, algunos de estos son sumamente difíciles de obtener, pero hay otros que pueden crecer hasta en el patio de los hogares mexicanos. Este es el caso de la hoja santa, que destaca por un aroma fresco y endulzado, que ha sido insumo de incontables preparaciones desde hace siglos.
Además de esto, la también conocida como momo o acuyo ha destacado por formar parte en remedios naturales para la salud, atribuyéndole propiedades calmantes, digestivas y antiinflamatorias. Aunque esta tiene una propiedad conocida como safrol, que en altas dosis, combinadas con una exposición prolongada, puede ser cancerígena, la hoja santa no es tóxica, siempre y cuando se utilice con medidas regulares.
Así mismo, esta hierba es usada para tratar algunas enfermedades, incluyendo infecciones en la matriz, como estimulante en mujeres lactantes, además de reumatismo, laringitis y asma. Incluso, la hoja santa era empleada por nuestros ancestros para contrarrestar los efectos de las mordeduras de las víboras. Por otro lado, se cree que esta puede provocar abortos espontáneos.

Esta se puede comer cruda, sin embargo, se recomienda lavarla y desinfectarla, también se aconseja hervirla o cocida. Si se quiere acceder a sus aparentes propiedades medicinales, se puede infusionar y beber en forma de té, tras hervir 3 o 4 hojas frescas de hoja santa y un ramito de canela en un litro de agua.
Uno de sus usos típicos es en forma de envoltura de algunas preparaciones, como pescados, donde se impregna el fresco y especial aroma de hoja santa en el suave sabor de esta proteína marina. También se utiliza en algunas preparaciones de tamales, ya sea como parte de la sazón o, igualmente, como envoltorio. Sus propiedades aromáticas resaltan al momento de preparar guisados, siendo ingrediente estrella del mole verde en Oaxaca.

Como alternativa poco común, pero muy interesante, en la que se puede agregar esta hierba, es en postres, que en algunos lugares se utiliza para perfumar platillos dulces como helado o arroz con leche. Este insumo está fuertemente ligado a las tradiciones ancestrales de México e, incluso, fue utilizado por culturas prehispánicas como parte de algunos de sus rituales.
No cabe duda que las aplicaciones de la hoja santa, tanto en prácticas ancestrales, como en la gastronomía mexicana, son una muestra de que esta hierba es un tesoro de México, al que no debemos temerle, por el contrario, debemos utilizarlo con frecuencia.
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