Hace poco más de una década salió al mercado la línea de ropa interior femenina llamada AR Wear, diseñada como una especie de cinturón de castidad cuyo lema es: "Una línea de ropa que ofrece protección portátil para cuando las cosas salen mal"; es decir, un cinturón de castidad moderno y hecho de poliéster...
Más allá de todo lo que está mal y todo lo que se le puede reprochar a esta "medida de seguridad" actual para la protección femenina, es un claro ejemplo de hasta dónde llegó el mito del cinturón de castidad y la jaula de castidad; porque sí, es un mito que refuerza la idea oscurantista que tenemos de la Edad Media.
¿Qué hace un cinturón de castidad?
Lo que sabemos de la sexualidad en la Edad Media está hecho, en su mayoría, de mitos creados en la Ilustración cuyo fin era desprestigiar la era pasada a la par que se ensalzaba la nueva era de pensamiento y desarrollo intelectual, por lo que muchos autores se encargaron de desprestigiar todo uso y costumbre medieval fomentando esta imagen primitiva y escatológica que tenemos de la sociedad medieval, hecho contra el que los medievalistas han luchado toda su carrera.
Siendo así, lo que sabemos actualmente sobre el cinturón de castidad y la jaula de castidad (para hombres y su pene) es que estaba pensado para colocarse sobre la pareja, hombre o mujer, y así asegurar o la castidad o la fidelidad. Según el mito, los esposos celosos o los caballeros que partían a las cruzadas lo ponían sobre sus esposas para asegurarse de que su honor masculino permaneciera intacto durante su ausencia.
Además de ser una práctica horrible, los expertos han determinado que, de ser real, esta práctica solo sería plausible por un breve lapso de tiempo (horas apenas), ya que de lo contrario podría provocar infecciones y rozaduras mortales; puesto que en la Edad Media se carecía de avances médicos, por tanto, no había antibiótico que pudiera contrarrestar las secuelas de usar un cinturón de castidad.
¿Cuándo se invento el mito del cinturón de castidad y la jaula de castidad?
Los medievalistas han rastreado el origen del mito del cinturón de castidad ya en la era de la Ilustración, donde autores como Diderot, Voltaire y D'Alembert reforzaron esta idea con la mención del cinturón de castidad en textos como "La enciclopedia de Diderot" y e texto "El candado" de Voltaire. Así como algunas imágenes erótico-pícaras que ilustraban, a manera de burla, la incapacidad de los hombres para "controlar" a su pareja femenina.
Incluso ya en 1548 se usó el mito del cinturón de castidad contra el papa Francisco II, "El joven", a quien difamaron con rumores sobre tiranía y crueldad con actos como colocar un cinturón de castidad a sus amantes. Este rumor se creó con el fin de desprestigiar al Papa y recuperar territorio perdido, es decir, una medida desesperada y una táctica sucia de difamación.
Los expertos afirman que no hay un registro histórico real sobre la existencia del cinturón de castidad y la jaula de castidad; ni pruebas físicas ni menciones tempranas en los textos medievales. De existir tal registro, aseguran, forzosamente tendría que aparecer en el Decameron, obra de Boccaccio (1351-1353), libro por excelencia sobre las picardías sexuales, la infidelidad y la sexualidad de la época, y en tal recopilación de relatos (de corte social e histórico) no se encuentra un solo rastro del cinturón de castidad.
Durante la época victoriana hubo también un auge que condenaba estas supuestas prácticas medievales, pero en el que se menciona en algunas obras el uso del cinturón de castidad, sobre todo en mujeres jóvenes que pasaban estancias cortas en posadas (estancias de una noche), y se usaba para evitar ataques sexuales; otro uso era el nocturno también para damiselas jóvenes y así evitar que se masturbaran. No obstante, nada de esto ha podido comprobarse, ya que el sentido común nos dice que el uso de este artefacto era más bien un instrumento tortuoso y mu pernicioso.
¿Cuál es la función del cinturón de castidad en la actualidad?
El diagnóstico final de los medievalistas sobre el cinturón de castidad fue que surgió de la ficción, como burla y como desprestigio, pero esto no sucedió hasta la edad de la Ilustración. Y parece increíble cómo un artefacto surgido de la imaginación y que fue tratado como real por muchas décadas ha llegado a materializarse en la actualidad, pues ahora, tanto el cinturón de castidad femenino como la jaula de castidad masculina se han hecho realidad y se utilizan como juguete sexual, especialmente en los juegos de dominación y sumisión o en el BDSM.
Los hay de todos los materiales, tamaños y colores y se usan para la recreación de la vida sexual. No obstante, aunque su origen haya sido la literatura de ficción y aunque haya atravesado una línea de tiempo de tortura, burla y desprestigio, es ahora un plus en la vida sexual que nos lleva a terrenos desconocidos, extremos y excitantes. Es un camino para alimentar las fantasías sexuales y eróticas que enriquecen la vida sexual. Así es como se pasa del mito a la realidad en la actualidad.
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