Lejos del monstruo que series, cómics y películas que come humanos y que desafía a la muerte, los llamados incendios zombi adquieren su nombre a raíz de la aparente imposibilidad de apagarlos de forma natural.
Desde décadas atrás, los efectos del cambio climático son conocidos, el aumento de la temperatura de la Tierra tiene consecuencias que afectan la vida diaria y sin duda alguna a los ecosistemas mismos, ya sea desde lluvias muy intensas e inundaciones a largos periodos de sequía… y ahora de cada vez más incendios en las regiones árticas del mundo continúan y el pronóstico indica que seguirán aumentando.
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Qué es un incendio zombi
Los incendios zombi (o zombie) es una forma de llamarle a los incendios invernales, un fenómeno relativamente común en el Ártico que comprende de incendios que aparentemente fueron sofocados, pero que permanecen vivos debajo de las capas de nieve y en lo profundo del suelo, y que generalmente en la primavera vuelven a reavivarse, después de que el hielo y la nieve se derriten dejando expuesta vegetación seca que es el combustible perfecto para que los incendios se activen y crezcan.
De acuerdo con esta investigación publicada en Nature , la tierra de los bosques boreales favorece este tipo de incendios ya que es rica en carbón dada la vegetación muerta, aunque el cambio climático acelerado también juega buena parte en su prevalencia. Entre las regiones que el estudio menciona se encuentran Alaska, Estados Unidos y los territorios del noroeste de Canadá, en el que indican que alrededor de 0.8% de los incendios de estos lugares fueron causados por incendios invernales. Aunque el porcentaje puede parecer bajo, los investigadores encontraron que en el caso de 2008 un solo incendio zombie quemó el 38% de toda el área quemada.
Una de las señales para determinar si se trató de un incendio invernal, incendio zombi o no, es la ausencia de evidencia de la caída de un rayo o de la intervención humana. Al tiempo que los investigadores utilizan datos del satélite y reportes de la tierra para nutrir un algoritmo que detectó este tipo de incendios en las últimas décadas.
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Los incendios zombi y el cambio climático
Como se ha apuntado, uno de los factores que están provocando que este tipo de incendio se incrementara en los últimos 40 años es que la región ártica (y el resto del globo) se están calentando rápidamente. Es por ello que los incendios zombie no se limitan a Alaska o Canadá, sino que también son reportados en otros países como Rusia.
Las temperaturas más cálidas provocan que la vegetación se seque aún más durante el verano, lo cual a su vez provoca que una vez iniciado un incendio, este queme a mayor profundidad. Sander Veraverbeke, coautor del estudio citado explica:
Cuanto más severo se quema, puede quemar más profundo en el suelo. Y cuanto más profundo se quema, mayores son las posibilidades de que el fuego hibernará.
Esta hibernación, así como la profundidad del incendio hacen que el incendio no se apague ni con lluvias ni con el frío del invierno o la nieve, ya que tras la formación de la capa de hielo, el agua no logra penetrar con suficiente profundidad para mitigar el fuego hasta apagarlo.
Cómo combatir los incendios zombie
Además de rasterarlos con la ayuda de algoritmos como los del estudio, la observación y vigilancia de las marcas de incendios anteriores son esenciales para controlar este tipo de fuegos y mitigarlos en caso de que revivan tras el paso del invierno. Del mismo modo, se ha trabajado en utilizar sustancias especiales (tensoactivos) que ayudan a que el agua penetre la tierra y apague cualquier incendio zombie.
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