Por: Luisa Martínez
El 16 de agosto es el aniversario luctuoso de Robert Johnson, inspiración para artistas de muchas generaciones y protagonista de la historia de un hombre que vendió su alma al diablo para convertirse en el guitarrista más grande de todos los tiempos. Hay escasos registros sobre su vida y parientes o personas cercanas que puedan complementar su biografía. Martin Scorsese, gran admirador de la música de Johnson, ha dicho que él “sólo existió en sus discos, todo lo demás es una leyenda”.
EL PACTO
Se dice que su pasión por la música no siempre estuvo acompañada de talento. El músico Son House, uno de los pocos que pudieron conocerlo, dijo recordarlo como un guitarrista malo, mediocre. Pero, luego de una ausencia relativamente corta, Robert regresó convertido en un verdadero genio musical: de pronto sabía tocar, cantar y componer como un profesional.
EL FINAL
Murió a los 27 años, envenenado por el dueño de un bar, después de que el último descubriera el amorío que su esposa mantenía con Johnson. Hay varias tumbas con su nombre, aunque se rumora que fue enterrado bajo un árbol, junto a la carretera. De él sólo quedaron un par de fotografías, dos sesiones grabadas y 29 canciones que bastan para considerarlo uno de los mejores guitarristas que han pisado este planeta.
Crossroads (1986), protagonizada por Ralph Macchio, es la película que cuenta la vida del gran bluesman.
EL PRIMERO DEL CLUB
Robert Johnson es el primer miembro del famoso Club de los 27, integrado por músicos que murieron a esa edad, como Jimi Hendrix, Jim Morrison, Janis Joplin, Kurt Cobain y Amy Winehouse.
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