Cempasúchil, la hermosa y característica flor mexicana se ha reconocido a nivel mundial por su presencia en las celebraciones de muertos en nuestro país; una tradición que llama la atención por sus coloridos altares y el festejo de la vida y la muerte. Pero lo más interesante es que no solo se ve bonita, sino que nos aporta muchísimos beneficios en diferentes industrias.
Su nombre, Cempasúchil, proviene del náhuatl, se traduce como “veinte flores”. (Cempohualxochitl; cempohuali = ‘veinte’, y xóchitl = ‘flor’). Otros de los nombres que ha recibido, además de tagetes, son: clavel de las indias, clavel chino, flor de muerto o, en inglés, marigold. Los mayas la nombraron expujuj, mientras que en purépecha se le llama apatsicua.
Dato curioso: la flor de cempasúchil en realidad es un conjunto de muchas flores en una sola cabezuela, posiblemente de ahí su nombre de “veinte flores”.
Existen varias especies –hay más de 50- como la tagetes eretca, tagetes patula o tagetes lanulata. Todas comparten los mismos tonos amarillos y anaranjados, pero las diferencias más grandes las notamos en la cantidad y disposición de las flores y sus pétalos. La que vemos con más frecuencia en las decoraciones de Día de Muertos es la erecta, ya que tiene flores muy tupidas en forma de pompones que las hacen muy llamativas. Las otras especies son menos frondosas, sus flores son más sencillas, aunque también muy hermosas y con muchísimos usos medicinales, gastronómicos e industriales.
Te puede interesar: ¿Cómo diferenciar las flores de cempasúchil mexicanas de las chinas?
¿Flor de muertos o del amor?
Cuenta la leyenda azteca del cempasúchil que, Xóchitl y Huitzilin, dos enamorados, solían llevar una ofrenda a Tonatiuh, dios del sol. Todas las tardes subían la montaña dedicada a esta deidad para llevarle ramos de flores y rendirle culto. Cuando se desata una guerra, Huitzilin debe ir a pelear para defender su tierra de una invasión; pero no regresa de esta batalla. El dolor de Xóchitl por la pérdida de su amado era tan grande que subió la montaña para rogarle al dios del sol que la reuniera con Huitzilin en el mundo de los muertos. Tonatiuh le concedió su deseo. Los rayos del sol cayeron sobre Xóchitl convirtiéndola en una bella flor amarilla, que cuando se posó un colibrí sobre ella, se abrieron sus pétalos liberando la fragancia tan especial, y en ese momento desconocida, de la flor de cempasúchil.
Te puede interesar: ¿Dónde visitar campos de cempasúchil cerca de la CDMX?
La flor de cempasúchil en la tradición mexicana
Desde tiempos prehispánicos, se le ha dado muchos usos ceremoniales, decorativos y medicinales. Se han encontrado restos de estas flores en templos y en representaciones de ceremonias y deidades en forma de adorno como un tocado o un collar. Por su asociación con el sol, se le atribuían propiedades mágicas durante rituales y celebraciones de la vida y la muerte de nuestros ancestros: el Miccaühuitontli y el Huey Miccaühuitl. Después de la conquista española se fusionaron con las celebraciones de la religión cristiana del Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos; dando lugar a la tradición mexicana del Día de Muertos.
En las festividades de Día de Muertos encontramos al cempasúchil decorando altares, ofrendas y caminos junto con el copal, las velas, el papel picado y demás elementos relacionados a esta tradición, pero lo más curioso es el por qué. Tradicionalmente, el olor de estas flores alcanza a traspasar los mundos, por eso, es usada como guía para que las almas de nuestros ancestros y seres queridos puedan venir a este mundo y compartir un día con nosotros en este plano de los vivos. Por eso, los pétalos se usan para tapizar el camino desde la calle hasta el altar o la entrada de la casa y así guiar a las almas de los difuntos hacia las ofrendas que les hacen sus familiares con sus bebidas y platillos favoritos.
Te puede interesar: ¡No la tires a la basura! Ideas para reutilizar la flor de cempasúchil
Ofrece mucho más que solo su belleza
El cempasúchil tiene muchísimos usos además de ser la estrella de los altares de muertos y por eso es tan apreciada y valorada en el mundo entero.
Aunque es originaria de México, actualmente los mayores productores son China e India.
Por su alta concentración de carotenoides, se usa como colorante natural en los alimentos y para teñir textiles. También se emplea en la producción de cerveza y pulque, para elaborar aceites esenciales en la perfumería y para formular insecticidas.
Se mezcla con el alimento de las gallinas para dar el color amarillo a la carne y las yemas de huevo.
En la herbolaria se ha usado, desde nuestros antepasados, como remedio para varios malestares digestivos como diarrea, indigestión, vómito y parásitos. También para bajar la fiebre, para tratar afecciones respiratorias y de la piel.
Te puede interesar: 7 plantas medicinales que pueden ayudarte a controlar el miedo y el estrés
¿Cómo cuidar tu cempasúchil?
Muchas de las plantas que vemos y compramos en México, tristemente vienen de China. Si vas a comprar plantas de cempasúchil, procura que sean mexicanas. La característica más notoria para diferenciarlas es el olor. La planta china no es tan fragante como la mexicana. Los colores también son un poco diferentes, busca las que tengan colores más intensos. Y si se llama “marigold”, definitivamente no es una variedad nacional.
Si tu cempasúchil muere después de la temporada de muertos, no te sientas mal, es posible que no tenga nada que ver con los cuidados que le hayas dado, sino con su ciclo natural de vida. La mayoría de las especies cultivadas y más conocidas son de ciclo anual; esto quiere decir que va a morir después de haber florecido, en el caso del cempasúchil, es en otoño, cuando terminan las lluvias; aunque si la cuidas bien, te puede durar algunos meses más.
Te puede interesar: ¿Cuánto tiempo viven las plantas?
Lo que sí podemos hacer es darle los cuidados adecuados por el tiempo que esté con nosotros, ya sea adornando un altar o por el simple placer de ver sus intensos colores amarillo y anaranjado o por disfrutar de su característico y sutil aroma.
Al cempasúchil le encanta estar a pleno sol. La debes colocar en un lugar con sol directo. Cuando quites tu altar, ponla en la terraza, patio o en la ventana donde reciba la mayor cantidad de sol posible dentro de tu casa. También le gusta la humedad en la tierra, aunque bien drenada. La puedes regar cada dos o tres días, siempre y cuando no se encharque el agua en la maceta y se mantenga siempre húmeda. Otro cuidado importante es podarla; corta todas las hojas secas o enfermas y las flores una vez que se sequen para que pueda volver a florecer.
Ahora que ya conoces su historia, leyenda, usos y cuidados, esperamos que puedas verla y apreciarla de diferente manera -como un puente entre mundos, un regalo del sol o un símbolo de amor eterno- y que la puedas cuidar adecuadamente para que forme parte de tu hogar y las celebraciones de los que ya no están con nosotros.
Te puede interesar: Guía de plantas de sol, sombra, interior o exterior: consejos para saber cuánto sol necesitan
Suscríbete aquí a nuestro Newsletter para que estés al día con nuestros contenidos.