Tomar una decisión nunca es fácil, incluso muchas veces las elecciones aparentemente más sencillas nos pueden tomar un buen rato de nuestro tiempo, y es que el tomar una decisión es sinónimo de intentar tomar el control de tu futuro, a cierta medida, por lo que han surgido cientos de estudios de como superar la indecisión y hacernos la vida un poco más simple.
La gran revelación de estos estudios no es nada sorprendente, y es que los seres humanos no brillamos a la hora de tomar decisiones, pues usualmente restringimos las posibilidades de la vida a las opciones que se nos ocurren al momento y omitimos algunos objetivos primordiales, pero especialmente ignoramos las probabilidades de las consecuencias.
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Katherine Fox-Glassman ; psicóloga y profesora de la Universidad de Columbia, experta en la toma de decisiones; asegura que las personas en general son bastante malas en percibir y usar la información que nos otorga la probabilidad, y es que, de acuerdo con Fox-Glassman, nuestros cerebros no están diseñados para entender la incertidumbre.
Nuestros cerebros se adaptan muy bien a tantas cosas: comprender la incertidumbre no es una de esas cosas para la mayoría de las personas.

De acuerdo a la psicóloga , la gente suele malinterpretar, distorsionar o ignorar la probabilidad de mil y una formas.
La gente malinterpreta, distorsiona, ignora y abusa de la probabilidad en docenas de formas bien documentadas.
Aunque debemos hacer énfasis en el hecho de que tomar una decisión grande es cuestión de balance y tomar acción, pues, si tú no te decides, alguien o algo lo hará por ti.
En el transcurso del día tomamos miles de decisiones, aunque la mayoría suelen ser inconsecuentes, excepto cuando se trata de involucrar interacciones sociales , que dependen de muchos puntos que surgen a partir de que tan bien podemos comprender las intenciones, emociones y creencias en otros, además de empatía y, en algunos casos, valor, como al momento de decirle a una persona que su comportamiento te está molestando.
Este tipo de toma de decisiones requiere aprendizaje, valoración y retroalimentación, además de ponerte en los zapatos de la otra persona con quien estás tratando, donde la razón puede chocar con la emoción y es que no existen procesos específicos para tomar decisiones emocionales o racionales.
Como base, los estudios han concluido que no existe un proceso específico para la toma de decisiones, pues cada cerebro funciona de formas distintas.
¿Cómo superar la indecisión?
Fox-Glassman asegura que no existe una regla de oro para tomar la decisión correcta, pues cada individuo es diferente, sin embargo, enlistar tus metas y clasificarlas es un excelente primer paso.
Puede ser útil para el tomador de decisiones hacer una lista de sus objetivos y luego ver qué tipo de objetivo es cada uno.

A lo que se refiere con “clasificarlas”, es principalmente establecer si estas son prácticas (racionales, de crecimiento personal o laboral, por ejemplo), o sentimentales (terminar una relación, o algo más intuitivo). En el caso de decisiones más racionales, enlistar pros y contras puede ser un notable punto de partida, pero en el caso de los sentimientos, muchas veces nuestro inconsciente ya tomó la decisión sin siquiera darnos cuenta.
Del mismo modo, tener en cuenta nuestras metas , especialmente si las tenemos anotadas, nos puede revelar si estas pueden entrar en conflicto entre sí, por ejemplo, bajar de peso y ganar un concurso de “quién puede comer más pasteles”, por dar un ejemplo exagerado.
Cuando cada uno de los diferentes modos de toma de decisiones nos lleva a una respuesta diferente, eso es desagradable y puede que nos sintamos mal por cualquier elección que hagamos, o incluso dudemos en tomar una decisión.
Aunque la psicóloga agrega que si podemos ubicar el origen del conflicto, podemos decidir que camino seguir o priorizar.
Pero si podemos averiguar de dónde vino el conflicto, podemos tener la opción de decidir qué modo queremos seguir, o cuál de los dos objetivos en conflicto es más importante para nosotros. Seguirá siendo una compensación, pero al menos es más transparente.

Una de las conclusiones más tajantes que podemos tomar respecto a como superar la indecisión, principalmente, es tomar acción en lugar de no hacer nada al respecto, y es que el no tomar una decisión puede llevarnos al arrepentimiento, además, tomar decisiones duras ajusta nuestro cerebro y hace más sencillo el tomar caminos más complicados en próximas ocasiones.
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