Gracias a las redes sociales, sobre todo las fotografías de Instagram, cada vez son más populares los tratamientos de belleza no quirúrgicos que te prometen ser la más atractiva en poco tiempo, sin dolor y sin una gran inversión de dinero.
Entre los tratamientos más populares están la colocación del bótox, el lifting facial o hilos tensores, e incluso el microblading.
Pero, aunque estas técnicas nos prometen belleza, como “efecto secundario” también podrían causar infecciones y enfermedades que ponen en riesgo la salud.
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La industria estética poco regulada
De acuerdo con el documental de la BBC, Under the Skin: The Botched Beauty Business, los cursos para preparar profesionalmente a los encargados de realizar lifting facial, microblading y aplicar botox, pueden estar poco regulados e incluso caer en prácticas insalubres.
En el documental se exponen los cursos de lifting facial proporcionados en Inglaterra donde, con pocas horas de estudio, las personas pueden convertirse en “profesionales” de las técnicas.
Para la realización del documental, una enfermera se infiltró en uno de los cursos para observar las condiciones en que se imparten las técnicas y descubrió los terribles peligros que ahí se ocultan.
La enfermera, que no reveló su nombre por motivos de seguridad, señaló que quien se encargó de impartir el curso realizó un lifting facial en condiciones antihigiénicas y riesgosas.
Primero, la encargada del curso realizó el procedimiento en un lugar no esteril y sobre una silla, en lugar de una cama quirúrgica totalmente limpia.
Segundo, al momento de aplicar el procedimiento, se perforaron los vasos sanguíneos de la modelo, lo que provocó que sangrara mucho en la cara.
Y tercero, quien realizó el lifting facial siempre lo hizo sin ningún tipo de seguridad hacia el paciente, ya que tomaba su celular y otros objetos mientras colocaba los hilos tensores, tocaba la piel e incluso sangre de la modelo.
Esta falta de protocolos es enseñada y practicada en quienes toman estos cursos de capacitación, lo que podría generar un gran problema sanitario y de salud entre los pacientes.
Para evitar posibles riesgos, lo mejor es acudir a un lugar certificado y que emplee las medidas de higiene y seguridad al pie de la letra.
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