Cultura

Artistas que transformaron el mundo de la escultura

Por: Alma Gómez 13–11–2025 • 4 minutos de lectura

Estos grandes escultores han moldeado el mármol, el metal o el espacio mismo para redefinir nuestra manera de percibir la belleza, el cuerpo y la materia.

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Artistas que transformaron el mundo de la escultura
Fotos: Wikimedia Commons | Karina Avilés

La escultura es una de las manifestaciones más antiguas y expresivas del arte. En cada época, sus creadores han desafiado los límites de los materiales y las ideas, transformando bloques inertes en símbolos de poder, espiritualidad o emoción.

De Praxíteles a Sol LeWitt, cada artista dejó una huella única que cambió para siempre el rumbo del arte tridimensional. Sus obras no solo revelan dominio técnico, sino también una profunda conexión con los ideales, los conflictos y los sueños de su tiempo.

Los escultores más famosos e influyentes de la historia

Praxíteles (Siglo IV. a.c.)

Praxíteles es considerado uno de los grandes referentes de la escultura griega clásica. Aunque no se conservan originales de sus obras, su legado ha perdurado gracias a copias romanas que permiten vislumbrar su maestría. Su creación más célebre, la Afrodita de Cnido, fue la primera escultura de una figura femenina desnuda a gran escala, un hecho revolucionario para su época. Esta pieza no solo marcó un cambio en la representación del cuerpo humano, sino que influyó profundamente en la forma en que la belleza y la sensualidad serían concebidas en el arte occidental.

Afrodita de Cnido

Donatello (1386-1466)

El escultor italiano Donatello se convirtió en una figura fundamental del Renacimiento. Su famoso David de bronce marcó un antes y un después en la historia del arte, al convertirse en el primer desnudo de pie realizado desde la Antigüedad clásica. Con esta obra, Donatello recuperó la armonía y naturalidad del cuerpo humano, además de introducir una expresividad emocional que abriría el camino a los grandes maestros del siglo XV.

Miguel Ángel (1475-1564)

Aunque es recordado principalmente por los frescos de la Capilla Sixtina, Miguel Ángel se consideraba, ante todo, un escultor. Obras como La Piedad o El David son testimonio de su visión: para él, la escultura consistía en liberar la forma oculta dentro del mármol. Su dominio técnico y su capacidad para dotar de alma a la piedra consolidaron su nombre como uno de los mayores genios del arte universal.

La Piedad

Gian Lorenzo Bernini (1598-1680)

Considerado el máximo exponente del Barroco italiano, Bernini llevó la escultura a un nivel de teatralidad y emoción sin precedentes. Desde joven demostró un talento prodigioso para transformar el mármol en materia viva. Piezas como El éxtasis de Santa Teresa o Apolo y Dafne muestran su virtuosismo al capturar el movimiento, la textura y la intensidad espiritual. Se decía que sus manos convertían la piedra en carne.

Antonio Canova (1757-1822)

Inspirado por la grandeza clásica, el italiano Antonio Canova se convirtió en uno de los más destacados escultores del Neoclasicismo. Su trabajo evocaba la serenidad y perfección del arte grecorromano, con figuras elegantes y equilibradas. Obras como Psique reanimada por el beso del Amor reflejan su habilidad para combinar idealismo, pureza formal y delicadeza emocional.

Antonio Canova

Auguste Rodin (1840-1917)

El francés Auguste Rodin revolucionó la escultura moderna al introducir una nueva sensibilidad hacia la forma y la emoción. Su dominio del modelado le permitió transmitir el sufrimiento, la pasión y la humanidad interior de sus figuras. El pensador y El beso son ejemplos de cómo su trabajo rompió con el academicismo y abrió paso a un arte más libre y expresivo.

Constantin Brâncuşi (1876-1957)

Brâncuşi, originario de Rumania, fue uno de los grandes innovadores del siglo XX. Sus obras, caracterizadas por líneas puras y formas simplificadas, se convirtieron en pilares de la escultura moderna abstracta. En piezas como El pájaro en el espacio, buscó capturar la esencia del movimiento más que su apariencia física, transformando la escultura en una experiencia espiritual y conceptual.

El pájaro en el espacio

Alexander Calder (1898-1976)

Calder cambió el rumbo de la escultura al introducir el movimiento como parte esencial de la obra. Sus célebres móviles, compuestos por estructuras suspendidas que se balancean con el viento o el aire, rompieron con la idea de la escultura estática. Con ellos, el artista estadounidense logró que el arte se volviera dinámico, lúdico y cambiante, en constante diálogo con el espacio.

Henry More (1989-1986)

Henry Moore llevó la escultura monumental a los espacios públicos. Sus obras, concebidas para ser admiradas al aire libre, se distinguen por sus formas orgánicas y abstractas que evocan el cuerpo humano y la naturaleza. Inspirado por las culturas antiguas y el arte precolombino, Moore logró un lenguaje universal que transformó la relación entre arte, entorno y espectador.

David Smith (1906-1965)

El estadounidense David Smith fue pionero en el uso de materiales industriales dentro de la escultura. A través del acero soldado, las superficies metálicas y las formas geométricas, redefinió los límites del arte tridimensional. Sus series Cubi lo posicionaron como una figura clave del expresionismo abstracto, combinando fuerza estructural y sensibilidad artística.

Sol LeWitt (1928-2007)

Sol LeWitt consolidó el arte conceptual y el minimalismo en el ámbito escultórico. Sus estructuras modulares, construidas con cubos y bloques de hormigón, exploraron la relación entre forma, espacio y repetición. Con el tiempo, incorporó líneas curvas y colores vibrantes, ampliando su lenguaje visual. Sus esculturas demostraron que la idea podía ser tan importante como la ejecución material.

septiembre 25, 2025 05:31 p. m. • 3 minutos de lectura

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