El misterio es entonces, un ingrediente indispensable para el arte. La realidad se nos revela frente a nuestros ojos, pero no completamente. Existe una incógnita sobre la obra misma y su autor por lo que nos preguntamos ¿Lo que veo es lo que es?, ¿Esto quiso expresar el autor? o ¿Cuál es el secreto detrás de la obra? No es poco frecuente que cuando estos secretos, a lo largo de los años e incluso de los siglos comienzan a develarse, la obra se convierta en un territorio más interesante.
Algunas otras veces el factor tiempo hace que las obras de arte comiencen a ocultar poco a poco sus verdades y con el paso de los años se conviertan en un misterio absoluto como pasa con el arte antiguo, como las pirámides de Egipto, las pinturas rupestres, los tótems de Naga, los Gigantes de Tula y los dibujos geográficos de Geoglyphs en Perú, o el propio Stonehenge. Todos, manifestaciones artísticas que con el paso de los siglos han adquirido aún más misterio.
Es también el caso del arte relacionado con la espiritualidad como el arte sacro, que la devoción y la energía que entregan los creyentes, así como su propia naturaleza, están envueltos en misterios inexplicables.
Esto sucede con el arte de manera única. Se atribuye tal seducción a los objetos que hay múltiples ejemplos de que ello los lleva a ser buscados, deseados, robados, ocultos y venerados. Su carga simbólica y de significado, así como el proceso creativo en el que interviene el alma humana le convierte en ese silencio conveniente para desear saber más.
En Central recordamos algunos de los misterios más famosos en el arte.
Caravaggio, asesino, genio y pintor
Michelangelo Merisi Da Caravaggio es conocido por sus magníficas obras. Un centenar de sus cuadros permanecen en las grandes colecciones de arte de los museos más famosos del mundo. De hecho hay que recorrer varios templos y palacios europeos para contemplarlos.
Poco se sabe de la naturaleza de su vida, ya que estuvo envuelta de escándalos y altercados. De hecho sólo vivió 39 años y no se sabe si murió víctima de fiebres palúdicas o en manos de unos asesinos a sueldo, pagados por la familia de Anunccio Tomassoni, el individuo que el pintor mató cuatro años antes, de su propia muerte, con un filoso cuchillo.
Hay registros de que Caravaggio estuvo involucrado en altercados como el robo a un mesero al que le pidió alcachofas, ataques con espadas y pedradas a policías, pero lo más grave fue en el que se decidió por mutilar a un hombre en una pelea en la zona Marzio en Roma. Se dice que el disgusto comenzó durante un partido de pallacorda, que era una especie de juego de tenis practicado en la época, cuando encaró a la víctima y que tras lanzarlo al suelo, el artista le mutiló el pene con su espada, mientras se reía, y le alcanzó con ello, una arteria por lo que la herida fue letal.
Así, la luz y la obscuridad que se ve en sus obras, estuvo presente en su vida.
Caravaggio aprendió arte a finales del Renacimiento, pero luego a la maestría de la forma le otorgó un estilo macabro y realista, que se dice proviene de sus deambulaciones por la oscuridad de Roma, donde se consagró como el genio del Barroco.
A esta Ciudad, llegó proveniente de Milán, según algunos de sus biógrafos porque siendo solo un niño, había matado a un compañero de juego y su familia le había hecho escapar lejos. Al parecer sus primeros años en la ciudad eterna fueron complicados, pues se tiene referencia de que vivía desnudo y extremadamente necesitado, como algunos de los personajes de sus cuadros.
El asesinato que cometió como adulto parece estar retratado en una obra singular, donde el artista hace su propia recración de la decapitación de San Juan Bautista, que fue pintada alrededor de los años en que se encontraba inmerso en ese problema. Ésta magnífica obra retrata al santo como un hombre cualquiera, sometido en un callejón por otro, que le corta el cuello y lo asesina.
Hay estudiosos que consideran que en esta obra el autor hizo su propia confesión de los hechos, ya que por si fuera poco es la única obra que firmó. ¿Te lo habrías imaginado?
El Misterio de la Monalisa
Uno de los misterios más conocidos en torno al arte y que atrae a centenares de personas diariamente en el Museo de Louvre frente a la obra, es el de la Sonrisa de la Monalisa. Esta obra emblemática de la historia del arte, tiene la peculiaridad de que por momentos da la sensación de retratar a una mujer sonriendo y si vuelves a fijar la mirada, en realidad está seria.
Como es que Da Vinci logró este efecto, es algo que a lo largo de los siglos, los estudiosos del arte han analizado. Investigadores de las universidades de Sunderlanr y Sheffield han concluído que la enigmática sonrisa es un truco logrado por una técnica, posiblemente empleada el pintor, que denominaron la “Sonrisa inalcanzable”.
Esto porque esa expresión alegre desaparece cuando el espectador trata de atraparla. Se trata entonces de una ilusión óptica que genera que la media sonrisa no acompaña al resto del gesto y las facciones de la modelo. El misterio está en la contradicción. Y es que si observas el resto de la cara tiene una expresión opuesta a una sonrisa, pero si la miras en conjunto, el espectador duda de lo que ve.
Además de la técnica y la sonrisa, esta pequeña obra de 77 x 53 cm se ha convertido en un ícono gracias a otros mitos alrededor de él.
No se sabe con seguridad de quién se trata.
Los registros indican que Francisco Giocondo fue el patrocinador del cuadro. Un noble instalado en Florencia que enviudó dos veces y que en 1495 se casó con una joven llamada Lisa y que al parecer es a la que retrató Da Vinci. Pero esto no está confirmado, pues hay quien dice, que incluso podría ser un autorretrato .
También su aparición en el famoso libro el Código Da Vinci abonó mucho a su fama, pero la verdadera razón por la que la Mona Lisa es un fenómeno en el museo de Louvre, en el que cuando te aproximas puedes adivinar que has llegado a la sala de este cuadro, por las multitudes y el revuelo que hay a diario para verla, es que en 1911 se dio una amplia difusión al hecho de su robo, del que se culpó hasta Picasso, pero que finalmente se supo fue Vicenzo Peruggia, un patriota que quería restituirla en su país de origen.
Ahora la Mona Lisa esta resguardada por un cristal blindado. Este hecho dejó de manifiesto que la seguridad en los museos siempre ha dejado mucho qué desear.
Te puede interesar: Los NFT la nueva era en el coleccionismo de arte
Stonehenge, Petra , Teotihuacán y los Monolitos de la Isla de Pascua
A la fecha distintos sitios arqueológicos con manifestaciones artísticas son un verdadero misterio.
Se desconoce quién los construyó, con qué herramientas y durante cuanto tiempo. Por su magnitud colosal y su emplazamiento resulta inexplicable, aun para nuestros días y con nuestros avances tecnológicos cómo es que en medio del desierto de Jordania existe una fachada en relieve coincidente con distintas formas artísticas como lo es elTesoro, tallado en roca con 40 metros de altura que fue olvidado por siglos, reencontrado y declarado patrimonio de la humanidad aun sin tener suficiente información de su autor y proceso de construcción.
Por otro lado, también se sabe que los colosales monolitos esculpidos de la Isla de Pascua fueron forjados por los marineros polinesios Rapa Nui que habitaron la remota isla entre los siglos XIII y XVI. Casi la mitad de los cerca de 900 monolitos permanecen cerca de la cantera desde la que fueron creados, pero los restantes fueron transportados de alguna manera a las plataformas de piedra que recubren el perímetro de la isla. Los arqueólogos han determinado que los monolitos, con un promedio de 14 toneladas, se crearon en honor a los seres ancestrales y que se colocaron hacia la tierra para vigilarla. ¿Quién los hizo y cómo los movieron? Un misterio.
Mismo caso que el anillo de piedras de pie de hasta 40 toneladas del Stonehenge, sitio prehistórico de herencia inglesa que data de unos 5 mil años. Los arqueólogos plantean la hipótesis de que Stonehenge se construyó en etapas a lo largo de un milenio y medio; los británicos neolíticos probablemente crearon la zanja profunda que sirve como base del sitio, y durante siglos, varios pueblos erigieron, colocaron y reubicaron las losas de piedra.
Por si esto fuera poco, las piedras no corresponden a lo que hay cercano al lugar. Se cree que fueron sacadas de un lugar a 32 kilometros de distancia de allí. Para qué fue construido, cómo se movieron las piedras y por qué se desarrolló continuamente a través de los siglos, sigue sin confirmarse.
Aquí en México tenemos las pirámides de Teotihuacán como uno de los grandes misterios sin descubrir. Aún se desconoce la identidad de los constructores y los detalles siguen desconcertando a los arqueólogos.
Las investigaciones científicas que se han intensificado en el último siglo no han determinado de manera contundente, la extensión de la Ciudad y ¿qué pasó con sus habitantes?, entre otros detalles de este lugar espectacular que es visitados por miles de personas año con año.
El caso de Banksy y cómo el misterio abona al valor del arte
En la contemporaneidad el misterio es uno de los atributos para crear a una de las firmas más importantes en el arte que logra ventas insólitas y millonarias. Resulta una ironía que uno de los artistas más famosos, a la fecha oculta su identidad.
Banksy saltó a la fama a principios de la década de 1990 por sus obras de arte callejero de crítica social y política. Su estética es internacionalmente reconocible. Sin embargo, a pesar de su obra de alto perfil y múltiples estudios sobre su trabajo, Banksy todavía acecha acertadamente en las sombras. Se presume que el artista es británico, y las teorías van desde sugerir que Banksy es en realidad un colectivo de artistas callejeros hasta el líder de Massive Attack, Robert Del Naja.
El juego entre el anonimato y la fama ha convertido a sus obras en las más cotizadas y nombradas a nivel mundial. Sus atrevimientos, que seguro han requerido de apoyo institucional, han funcionado de tal manera que aun no hay nadie que lo entregue a la opinión pública.
Este misterio es parte de su declaratoria de artista, cercana a lo subersivo, combativo o incluso lo ilegal, congruente con la naturaleza del arte urbano.
Se cree que es británico porque el grueso de su primera obra se encuentra en las calles de Londres, pero hay trabajos de Banksy a lo largo y ancho de todo el mundo, desde el muro de Cisjordania a Chiapas, México.
Estos ejemplos nos demuestran cómo esa historia que no se cuenta, la que no se sabe a ciencia cierta, puede rebelar más conocimiento y formas de interpretar al arte, así como la conexión inter temporal entre los espectadores, pues de alguna forma al observar las maravillas del mundo antiguo, las obras de Caravaggio y la Mona Lisa, nos conectamos con el pasado y también con aquellos que en el futuro se harán las mismas preguntas que nosotros, aunque con suerte tendrán más información.
Te puede interesar: El misterio de Salvator Mundi, la pintura más críptica de Leonardo Da Vinci
*Kristina Velfu es periodista cultural, especializada en el mercado y difusión del arte y la cultura. @Velfu
Suscríbete aquí a nuestro Newsletter para que estés al día con nuestros contenidos.