Orígenes de Alejandría, cuyo nombre era Orígenes Adamantius (185-254 d-C.) es un personaje hacia quien vale la pena volver en estos tiempos tan confusos y fuera de control. Este personaje es un caso extremo, pero Orígenes de Alejandría fue conociéndose (después de su muerte) como un hombre complicado, controvertido, extremadamente disciplinado y dispuesto a defender sus ideas y creencias desde la lógica, la historia y el lenguaje; algo que nos haría bien recordar cuando el discurso en la actualidad está tan desvirtualizado y fuera de contexto.
La historia de este hombre es también un ejemplo de resistencia, de vivir como se piensa y de abordar todo desde la premisa de que, sin conocimiento, no somos nada, y sin las herramientas de análisis que nos da el estudio nos creeremos cualquier discurso sin comprender en su totalidad sus componentes. Orígenes de Alejandría es el ejemplo ideal para retomar temas de pureza, de entereza, de conocimiento y de lenguaje.
¿Cuál es la historia de Orígenes de Alejandría?

Contrasta un poco con su historia de vida y su espíritu combativo, pero Orígenes fue uno de los primeros eruditos cristianos -del cristianismo en sus primeras etapas y, justamente, en sus orígenes-. El cristianismo en sus primeros tres siglos se remonta a la formación de la Iglesia de Jerusalén (la Iglesia Primitiva) después de la crucifixión de Cristo. En estas primeras comunidades cristianas se adoctrinaba en las casas particulares de los docentes y practicantes -a veces de manera clandestina- hasta que lograron expandir esta religión a todos los rincones del mundo. Fue un progreso paulatino, pero uno con el que seguimos conviviendo hoy en día.
Orígenes fue uno de los primeros intérpretes de la Biblia y uno de los primeros en decir que el significado de las palabras del Antiguo Testamento podía ir más allá de su sentido literal; lo cual es una gran hazaña para el tiempo del que estamos hablando, incluso podríamos atrevernos a decir que sus estudios de hermenéutica le dieron al mundo un nuevo enfoque a la hora de leer, no solo la Biblia, sino cualquier texto.
Para orígenes no había ideal más grande que la pureza, tanto casaba con estas ideas que su estilo de vida era de un ascetismo extremo caracterizado por el ayuno dos veces a la semana, no usaba zapatos, no dormía en cama, y muchas veces prefería estudiar y escribir a dormir. Los rumores entre los historiadores de su vida dicen que sus aspiraciones de pureza lo llevaron a la autocastración, aunque esto no hay manera de confirmarlo. Un hombre complejo en palabra, vida y pensamiento.
¿Cuáles son las aportaciones intelectuales y culturales de Orígenes de Alejandría?

A Orígenes se le atribuye una larga producción filosófica, ensayística, teológica, crítica y educativa. Fiel a sus creencias cristianas, toda su producción intelectual gira en torno a las interpretaciones del Antiguo Testamento, con especial interés en el Génesis. Su obra es muy extensa, pero los textos que más destacan son De Principiis, una obra que habla básicamente de los principios del Cristianismo, pero siempre desde una perspectiva lógica. Su defensa de la teología, del cristianismo y de la Iglesia Primitiva siempre fue desde la crítica y el pensamiento, no desde la fe, por eso algunos estudiosos y filósofos posteriores lo catalogaron de hereje, por sus argumentos poco ortodoxos y sus interpretaciones transgresoras del Antiguo Testamento.
Otra de sus obras más importantes es Hexapla; un texto increíblemente ambicioso y extenso comparado con el Antiguo Testamento. Y en esto Orígenes también fue un precursor, ya que dividió este texto en varios registros discursivos para su mejor entendimiento; una revolución cultural y crítica. Esta obra es sobre todo conocida por su alto contenido crítico y hermenéutico. De este monumental trabajo sólo sobreviven fragmentos.
¿Qué sucedió con Orígenes de Alejandría?

Entre los conflictos del Imperio romano con el cristianismo y la inusual manera de Orígenes de interpretar la fe, poco a poco se fue ganando la animadversión de muchas personas importantes; pues además de escribir también impartía clases de gramática y creencias cristianas básicas, siempre bajo su propia lupa e interpretación. Para mala fortuna, alrededor del año 251 d.C. se desató una plaga que afectó mucho al pueblo romano, y en su infinita sabiduría y autoridad, el emperador de aquel entonces, Decio, culpó a los cristianos por la plaga, por no alabarlo a él como se alababa la figura de Dios.
Orígenes de Alejandría fue capturado (era una figura famosa aunque incómoda), encarcelado y torturado con especial brutalidad. Sus captores lo obligaban a renunciar a su fe, a retractarse de sus discursos y a mirar al emperador de Roma como única figura divina. Orígenes jamás cedió y fue liberado poco tiempo después de la muerte del emperador Decio (no se sabe exactamente cuánto tiempo estuvo en prisión). Lamentablemente, murió a los pocos días debido a las graves heridas que había sufrido su cuerpo durante la tortura.
Orígenes de Alejandría es un ejemplo de lucha, de convicción, de vocación. Pareciera que estamos muy lejos de esos tiempos de censura y persecución, pero solo basta voltear la mirada a la realidad inmediata para ver que estamos volviendo a esos días oscuros.
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