Cultura

¿Cómo sabemos que una obra de arte digital es auténtica?

Por: The Conversation 17 mayo 2025 • 4 minutos de lectura

Con el auge de la inteligencia artificial y la virilización de imágenes en redes sociales, cualquier obra digital (fotografías, vídeos, GIFs, música, poemas o, incluso, un tuit) es muy fácil de copiar.

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¿Cómo sabemos que una obra de arte digital es auténtica?
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Cristina de Juana Ortín , UNIR - Universidad Internacional de La Rioja

Cualquiera que haya leído un poco sobre criptomonedas habrá pensado que debía existir “algo” para evitar que una persona gastase dos veces la misma moneda. Y también para evitar la falsificación en las transacciones. Bien, pues ese “algo” es el blockchain .

Nos referimos a una base de datos descentralizada y segura donde se registra la información en bloques encadenados, de ahí su nombre. Con la característica de que esta base no depende de un solo dueño, como puede ser un banco o un gobierno.

Los datos que contienen los bloques de información son inmutables, no se pueden alterar. Y todos los participantes pueden verificar la información. Para entenderlo, basta imaginar un libro gigante del que miles de personas tienen una copia. Cada nueva línea que se escribiera en una página (bloque) haría que todas las copias se actualizaran al mismo tiempo. Pero nadie podría borrar o falsificar lo escrito.

Las aplicaciones de los blockchain cada vez son más diversas. Actualmente, se utilizan en contratos inteligentes (smart contracts), en las cadenas de suministro para rastrear alimentos o, incluso, en el voto electrónico seguro , para evitar fraudes electorales.

mayo 14, 2025 04:26 p. m. • 2 minutos de lectura

Los museos se digitalizan

Aunque desde la década de 1990 los museos iniciaron su andadura en las plataformas digitales (webs y aplicaciones), a partir de la crisis del covid-19 su actividad online aumentó.

Si antes el público presencial y el virtual coexistían , con la pandemia, los entornos virtuales crecieron y empezaron a afectar no solo a los propios museos, sino también a los visitantes y a los artistas .

En España, por ejemplo, el 68 % de los museos han intensificado su actividad digital de forma duradera. Y se ha puesto en evidencia cómo las visitas a las webs están muy ligadas a las visitas físicas. Estas son más planeadas, se utilizan dichas webs mayoritariamente como consulta a lo que se puede ver y se compran o reservan entradas online.

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Arte colaborativo

Desde el mundo profesional, se esperaba que tras la pandemia todo volviese a ser como antes. Sin embargo, con el auge de la inteligencia artificial y la virilización de imágenes en redes sociales, cualquier obra digital (fotografías, vídeos, GIFs, música, poemas o, incluso, un tuit) es muy fácil de copiar.

Por eso, los museos están buscando las formas de autentificar y certificar que una obra es única y pertenece a un artista concreto. El MoMA de Nueva York ha sido uno de los museos pioneros en aplicar el blockchain a través del proyecto MoMa Postcard .

El proyecto consistía en la puesta en práctica de las tecnologías como inteligencia artificial y la citada blockchain para elaborar una obra colectiva. Cada artista comenzaba con una postal en blanco que iba pasando de unos a otros participantes.

Para Dmitir Cherniak , uno de los artistas integrantes de este proyecto, hay que destacar de la experiencia lo global que es este movimiento y cómo permite el acercamiento entre artistas .

Libro público de registros

El blockchain cumple una función similar a un libro de registros público e inmutable donde se anotan todo tipo de acciones sobre la obra; por ejemplo, su modificación o su compra. Luego, cada creación puede tener su propio NFT .

Un NFT, siglas de Non-Fungible Token (Token No Fungible), es un “certificado digital” que prueba la propiedad y autenticidad de algo único (arte digital, música, vídeos, memes, GIFs, etc.), usando tecnología blockchain.

Para crear un NFT el artista debe “tokenizar” su obra digital, es decir, subirla a una blockchain, como Ethereum. En el NFT queda registrado quién es su dueño actual, su autoría original y su historial de compra-venta o pertenencia a una colección .

Seguridad para coleccionistas

La misma seguridad que ofrecen los tokens en el sector financiero en cuanto a la autenticidad y seguimiento de las criptomonedas puede aplicarse a las obras de arte. Esta novedad en el mercado y la seguridad que ofrece ha hecho que el sector del coleccionismo y el mercado del arte digital lo vean como un aliado.

El uso de NFTs en museos sirve para certificar obras de videoarte o piezas de IA. Por otro lado, puede establecer nuevos modelos de propiedad, como la compartida entre el museo y los artistas. Y, por último, destaca su capacidad de atraer y fidelizar a nuevas audiencias, mediante NFTs educativos o membresías.

Algunos casos reales de estas prácticas son la venta de NFTs de grabados del pintor japonés Katsushika Hokusai por parte de British Museum . O cuando la galería Uffizi de Florencia tokenizó una pintura del renacentista Miguel Ángel para financiar restauraciones .

Críticas a la digitalización del arte

Sin embargo, estos procedimientos no están libres de críticas. El blockchain puede resultar lento para algunos procesos y consumir mucha energía, con el consiguiente impacto ambiental .

Actualmente, encontramos varios proyectos y organizaciones que apoyan iniciativas más ecológicas. Mientras, se requieren todavía más investigaciones y análisis exhaustivos para obtener evidencias empíricas sobre el consumo de energía y las emisiones de dióxido de carbono del blockchain .

En este contexto, los museos enfrentan varios dilemas. Por un lado, el de adoptar el blockchain sin caer en la mercantilización extrema. Y por otro, preservar la auténtica definición de arte, que es su capacidad para provocar, cuestionar y conectar con lo humano.

Cristina de Juana Ortín , Personal docente e investigador, miembro del grupo de investigación ART-QUEO, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation . Lea el original .

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