Luis Morones ha sido nombrado Sommelier del Año por la Guía México Gastronómico 2025 , un reconocimiento que consolida una carrera forjada con sensibilidad, vocación y disciplina. Actualmente es Wine Manager Sommelier de Grupo Presidente , una de las posiciones más influyentes del sector restaurantero y hotelero en México. Desde ahí, está a cargo de una de las cavas más importantes de Latinoamérica.
Veía a colegas que ya eran sommeliers, vestidos con el mandil tipo frac, muy elegantes. Tenían otro lenguaje, otro nivel de servicio. Yo quería hablar como ellos, saber lo que ellos sabían

Luis trabajaba ya en hospitalidad: fue mesero, luego capitán, mientras estudiaba Turismo. No venía de una casa donde se tomara vino, pero sí de un hogar con un olfato entrenado. “Mi papá identificaba sabores e ingredientes con mucha facilidad. Creo que heredé eso”, dice.
Cuando se inscribió al diplomado de la Asociación de Sommeliers Mexicanos, descubrió que tenía una sensibilidad especial. “Me di cuenta que encontraba quizás más aromas que el resto de mis compañeros en el salón. Eso lo tenía que explotar”. Esa percepción aguda lo ayudó a destacar en catas y concursos, donde la descripción precisa marcaba la diferencia.
Casi 20 años de trayectoria en Grupo Presidente
Su carrera profesional dio un giro definitivo en 2006, al ingresar al restaurante The Palm dentro del Hotel Presidente InterContinental de la CDMX. Durante diez años, perfeccionó técnica, aprendió de la cava, y recorrió todos los restaurantes del hotel.
Hoy, con casi dos décadas en la empresa, diseña programas de vino para algunos de los restaurantes más emblemáticos de la ciudad, lidera a un equipo de jóvenes sommeliers y mantiene la misma pasión del inicio.
Pero lejos de sentirse en la cima, lo ve como una etapa más:
Estoy en un momento en el que estoy mirando hacia nuevos horizontes. La empresa tiene para dónde crecer, y yo también
Piensa en nuevos caminos: consultoría, wine bars, experiencias privadas, docencia o incluso salir del país. “España, Francia, Nueva York… quiero explorar nuevas posibilidades”.

Formación constante y liderazgo
Luis habla con orgullo de su equipo: “Veo respeto por el vino, pero también preparación y enfoque”. Le motiva ver que las nuevas generaciones se certifican, estudian, cuidan el servicio y entienden los límites entre el gusto y el consumo responsable.
Inspirado por ellos, decidió seguir preparándose: “Si yo soy la cabeza, también tengo que seguirme formando. El ver que mi equipo joven buscaba certificaciones como el WSET o el Master Sommelier me motivó nuevamente a estudiar y certificarse también”.
A pesar de su trayectoria, Luis reconoce que fuera del sector todavía hay mucha desinformación sobre lo que realmente hace un sommelier.
“Me preguntan a qué me dedico, y cuando digo ‘sommelier’, no saben qué es. Muchos creen que solo es catar vino, pero hay mucho más: selección, compra, diseño de carta, manejo de cava, estrategia”. Este desconocimiento se acentúa fuera de las grandes ciudades, donde en muchos restaurantes ni siquiera existe la figura del sommelier. Por eso, uno de sus compromisos es dignificar y divulgar el oficio, para que más personas conozcan el valor técnico y cultural que hay detrás de cada copa.
El siguiente paso
Luis reconoce que su posición actual es el tope dentro del área de sommeliers en la empresa, y que parte de su liderazgo será dejar espacio para que su equipo crezca. “Yo en algún punto tengo que dejar crecer a esa gente, y a su vez buscar otra posición, otro camino”, dice.
Mientras define cuál será su siguiente paso, agradece la posibilidad de contar su historia:
“Gracias a mi familia, que ha estado ahí, viviendo también este camino. Y gracias a ustedes por contar estas historias. Porque ayudan a que más gente entienda lo que hacemos”.
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